El agravio ferroviario que sufre Ourense con el servicio Avant volvió ayer a colarse una vez más en el Parlamento de Galicia, donde una vez más se logró la unanimidad de los diputados para exigir a Renfe y al Gobierno central que escuche las demandas de la Comunidad. con el BNG aceptando consensuar con el PPdeG y el PSdeG una proposición no de ley.
Entre los acuerdos alcanzados, destaca la solicitud para que en el plazo máximo de dos meses se negocie un calendario para implementar medidas como la reducción de las tarifas entre Ourense, Santiago y A Coruña o la recuperación del tren que partía de la estación de A Ponte a las 6,45 horas, dado que no existe desde la pandemia un servicio madrugador para estudiantes o trabajadores.
La iniciativa parlamentaria también solicita la ampliación del cuadro de personal para cubrir, por ejemplo, las vacantes de maquinistas que están obligando a suprimir trenes prácticamente a diario en los servicios de media distancia.
“Converten o tren nun produto de luxo cun prezo que é un 60% máis caro que o do eixo atlántico”, expuso la diputada del BNG Noa Presas, criticando la “óptica absolutamente centralista” en materia ferroviaria. “É evidente o deterioro e abandono”, añadió la nacionalista, recordando los problemas para vecinos de O Ribeiro, Carballiño o Valdeorras.
Por parte del PPdeG, la parlamentaria ourensana Noelia Pérez centró su intervención en reclamar también “a mellora dos servizos de proximidade”, pero también que el Ministerio de Transportes acelere la entrega de los trenes Avril “para que a alta velocidade chegue ó resto das cidades galegas”.
Mientras, la diputada socialista Patricia Otero apuntó que la mejora de la red interna de la Comunidad “debe ser unha prioridade”, incidiendo por otra parte en el “fito histórico da chegada do AVE”, censurando al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que “puxese en dúbida o compromiso”.
CULTURA
Por otro lado, el BNG reclamó a la Xunta en el Parlamento “unha discriminación positiva” con la actividad cultural en la ciudad de Ourense, culpando al PP de no frenar los planes del alcalde, Gonzalo Pérez Jácome.
