Carlos Pérez, condenado por la Audiencia de Ourense este mismo año a 12 años de cárcel por la muerte de un motorista en la N-525 a su paso por la ciudad el 7 de septiembre de 2019, afrontó ayer otro juicio. En esta ocasión, por un delito de tenencia ilícita de armas. La fiscal reclamó una condena de dos años y medio de cárcel tanto para el como para el argelino Abdul M.W., al que acusa del mismo delito.
Los hechos por los que fue juzgado en el Penal 1 sucedieron unos meses antes del accidente mortal que le acarreó la larga condena, que no es firme ya que su letrada presentó recurso en el TSXG. La acusación pública sostiene que ambos encausados acudieron sobre las tres de la tarde del día 15 a un bar de la calle Prego de Oliver de la ciudad. La camarera pidió a Abdul que abandonase el local, por lo que sacó, dice la fiscal, una pistola del bolsillo y abandonó el establecimiento. A las cinco de la tarde, el arma, que contenía cinco proyectiles en su interior, fue hallada junto al bordillo de la acera en esa misma calle. La pistola semiautomática, de la marca Tanflogio, tenía restos de ADN de Carlos Pérez.
Según se desprende del informe pericial, presentaba buen estado de conversación y era apta para el disparo.
Aunque la fiscalía reclama para ambos la misma condena, en el caso del ciudadano argelino interesa que sea sustituida por su expulsión del territorio español.
