Me ha llenado de enorme tristeza la noticia del fallecimiento el pasado jueves a los 97 años, del doctor Juan José Gómez Randulfe, Licenciado por la Universidad de Santiago y doctor en Medicina. Desarrolló toda su enorme actividad profesional en Ourense. Especialista en Cirugía del aparato digestivo, tuvo una clínica quirúrgica y una consulta durante muchos años; maestro nacional y psicólogo, trabajó en el Gabinete Psicopedagógico de la Delegación de Educación; especialista en Medicina de la Educación Física y del Deporte, realizaba los reconocimientos médicos a los deportistas en la Delegación de Cultura y Deportes, y como Médico Titular fue Jefe local de Sanidad de Ourense, tuvo un cupo en el ambulatorio, y fue responsable de la Unidad de Sanidad Escolar en la Jefatura Provincial de Sanidad, en donde yo le conocí.
Una excelente persona, muy religiosa; un buen esposo, muy enamorado de su mujer Marita, a la que cuidó mucho; un buen hijo, visitando y acompañando diariamente en sus paseos a su padre, que llegó a los 101 años; un buen padre, de sus siete hijos, uno de ellos médico, así como uno de sus once nietos; un buen profesional, y un magnífico, un gran amigo.
Tuve la fortuna de conocerlo y tratarlo durante muchos años, cuando acudía a Ourense en los años ochenta y noventa y principios de este siglo, para participar en los innumerables cursos que, sobre temas de salud pública, geriatría o termalismo organizaba nuestro común amigo el doctor Luis Rodríguez Míguez, en los que el doctor Randulfe siempre participaba. En ellos surgió una entrañable amistad.
Recuerdo la última vez que nos vimos. Fue hace unos años, no muchos, con motivo de una participación mía en una actividad organizada por La Región. Su presencia fue para mí una gran sorpresa y supuso una enorme alegría. Disfrutamos de una entrañable y larga conversación recordando infinidad de anécdotas y amigos de tiempos pasados, durante toda la velada y cena que compartimos.
Has tenido una larga vida, en la que has trabajado mucho, hecho mucho bien y dejado un magnífico recuerdo. Descansa en paz amigo Randulfe.
