Los ourensanos se movilizan contra el cártel del automóvil

Juzgado Mercantil de Ourense, en el edificio de O Couto.
photo_camera Juzgado Mercantil de Ourense, en el edificio de O Couto.
Los acuerdos ilegales del sector durante siete años provocan una oleada de litigios en la provincia de Ourense

Cientos de ourensanos se preparan para librar una batalla judicial contra los principales fabricantes de automóviles. ¿Por qué motivo? Porque las mayores firmas formaron el conocido como cártel del coche entre 2006 y 2013, en el que compartieron información sensible para pactar los precios. De este modo, el coste de los vehículos superiores se disparó un más de un 10% de manera artificial, incluso llegando al 15%.

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) declaró de la existencia de este cártel en 2015. Los afectados son numerosos. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) estima que unos cuatro millones de usuarios acabaron pagando un sobreprecio por culpa de este acuerdo prohibido entre 21 fabricantes, 172 concesionarios y dos consultoras. 

Los ourensanos perjudicados por el cártel están tomando cartas en el asunto para sumarse a la oleada de demandas contra las marcas automovilísticas. Muchos de ellos las presentarán en el Juzgado de lo Mercantil número 3 de Pontevedra, con sede en Vigo. La firma BGI Abogados, que lideran Antonio Heredero y Juan Camacho, maneja alrededor de un centenar de casos de la provincia.

Al tratarse de un cártel, “se establece una declaración de solidaridad impropia”, explica Heredero. Esto significa que “sea cual sea la marca del vehículo que se vea afectado, se puede demandar a cualquiera de las empresas cartelistas. Como una de las empresas es Stellantis -Citröen-, que tiene en España su domicilio social en Vigo, se plantean allí”, detalla. Los juzgados vigueses manejan previsiones de centenares de miles de demandas procedentes de toda Galicia: el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia augura el ingreso de más de 20.000 asuntos, una cifra que incluso se podría incrementar.

Muchos de ellos provendrán de la provincia. “Dentro de los demandantes tenemos un grupo de afectados de Ourense”, corrobora Heredero. Los damnificados reclaman en un rango entre 1.000 y 4.000 euros. “Hay que tener en cuenta que a la diferencia de precio hay que incluir los intereses de la fecha del vehículo. Son cantidades interesantes”, añade Heredero, quien opina que “se ha perdido el miedo a pleitear contra las grandes empresas” y comenta que “hay bastantes sentencias que están otorgando entre un 5% y un 12%” del valor del vehículo.

Aunque recomienda presentar las demandas en el domicilio de las empresas -los juzgados “están acostumbrados” y “son conocedores de esta temática”, dice-, también se puede iniciar el pleito en el domicilio del demandante (Instancia en el caso de Ourense). Lo que sí es importante es atesorar la documentación del vehículo -sobre todo, la factura- y llevar a cabo la prueba pericial que demuestre la afectación por el cártel.

Las principales firmas se pasaban información para copar el mercado


El cártel del coche implicó a 26 marcas de automóviles, las de mayor peso del sector: Alfa Romeo, Audi, BMW, Chevrolet, Chrysler, Citröen, Fiat, Ford, Honda, Hyundai, Jeep, Kia, Lancia, Land Rover, Lexus, Mercedes Benz, Mitsubishi, Nissan, Opel, Peugeot, Porsche, Renault, Seat, Toyota, Volkswagen y Volvo.

A mediados de septiembre de 2015, la CNMC confirmó la existencia del cártel. Entre 2006 y 2013, los implicados se pasaban información sensible para copar el control del mercado automovilístico. Los fabricantes llegaron a acuerdos ilegales por su naturaleza, ya que buscaban reducir la competencia y crearon sobrecostes artificiales que asumió el consumidor.

La OCU, que diversas demandas colectivas contra las empresas implicadas, maneja una estimación del 10,61% de sobreprecio. A ello hay que sumarle los intereses, por lo que el coste añadido podría alcanzar entre el 14% y el 17,5%, dependiendo de la fecha de adquisición del vehículo. El valor medio sería cercano a los 3.500 euros por coche.

Antonio Heredero explica que la cantidad a reclamar varía “dependiendo del modelo, del año, la fecha…” En todo caso, matiza que el caso de Volkswagen es particular y que están teniendo “un poco más de precaución”: “Como no recurrieron, es posible que incluso pudiera haber prescrito, que es lo que están alegan”.

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