Ourense acoge a más de medio millar de cigüeñas

Tres cigüeñas se alimentan en un terreno helado y cubierto de niebla en Vilar de Barrio. (JOSÉ PAZ)
photo_camera Tres cigüeñas se alimentan en un terreno helado y cubierto de niebla en Vilar de Barrio. (JOSÉ PAZ)
La sequía de 2022 provocó la marcha de parejas de cigüeñas del territorio de Ourense, en la busca de alimentos

La llegada a la provincia de numerosas parejas de cigüeñas hace honor al dicho de “por el San Blas (ayer, 3 de febrero), la cigüeña verás”. De hecho, las aves regresan cada vez antes, lo que permite avistarlas ya en noviembre, según los datos de la asociación Amigas das Cegoñas. “La población de cigüeña blanca en la provincia es estable, en 2022 contamos en torno a 262 parejas reproductoras -más de medio millar de aves-”, explica Nancy Blanco, portavoz de la entidad. 

Aun así, el pasado año fue anómalo, debido a la falta de precipitaciones. La sequía del territorio ourensano provocó que numerosas parejas, una vez anidadas, se desplazasen fuera de la provincia en busca de alimentos. “Era la única forma de asegurar la supervivencia, tanto entre los adultos como entre los pollos”, detalla.

Las zonas más pobladas

A Limia se mantuvo en 2022 como la comarca con mayor población de cigüeñas. La asociación tiene contabilizados al menos 268 nidos, aunque no todos se ocupan ni todas las parejas que anidan logran reproducirse exitosamente. En Maceda, de los 46 nidos detectados, 40 parejas tuvieron pollos. En este municipio, se realizó por primera vez el anillamiento de los pollos de tres nidos, lo que permite seguir el rastro de las aves a lo largo de todo el año. “Lo hicieron dos anilladores científicos, con ayuda del Concello y de Amigas das Cegoñas. Además, los vecinos siempre colaboran en todos los proyectos y en el seguimiento de la especie”, comenta Blanco. Este año, la previsión es repetir el marcaje con nuevos pollos. 

Los problemas más comunes

Desde Amigas das Cegoñas recuerdan los riesgos a los que se exponen habitualmente las aves, y que perjudican su reproducción y supervivencia. “Al margen de las acciones intencionadas contra esta ave, son víctimas de tendidos eléctricos, aerogeneradores, destrucción de nidos y pesticidas”, señala Blanco. En el caso de los pollos, el 17% fallece por ataduras con plástico en el nido. “La gran mayoría de ellos muere si no se interviene para su liberación”, añade.

Te puede interesar