Un ourensano en el Polo Sur

De Ourense a la Antártida sin salir del cole

Alumnos de Primaria del centro José García García de Mende conocieron de primera mano la campaña del Ejército de Tierra en la Antártida. El capitán ourensano Pablo Álvarez les explicó, por videoconferencia, cómo es su día a día en el continente.

Los alumnos del colegio José García García de Mende conocieron ayer la Antártida, pero sin moverse del pupitre. Viajaron a la isla Decepción de la mano de los militares de la Campaña Antártica del Ejército de Tierra, quienes les contaron por videoconferencia cómo es su día a día a 13.000 kilómetros de casa. El capitán ourensano, Pablo Álvarez, compartió con ellos su experiencia en la campaña, única por las condiciones climáticas y por su importante papel en la investigación científica. El subdelegado de Defensa de la provincia, Jesús Antonio Peñas Preckler, también acudió al centro para hablarles del operativo, en el que él también participó hace años. 

Cada verano austral (invierno en España), los militares se desplazan a la base Gabriel de Castillo de la isla Decepción. “Al principio de la campaña hubo que poner todo en marcha tras permanecer la base cerrada todo el duro invierno antártico”, detalla Álvarez. Ahora, en los últimos días del operativo, las funciones del Ejército se centran en dar apoyo a los trabajos científicos. Diferentes grupos de investigadores viajan hasta la isla para realizar trabajos vinculados con la vigilancia volcánica, estudio de pingüinos y de otras aves marinas, microbiología o cambio climático, entre otros ámbitos. “Los militares somos 13, y somos los únicos que permanecemos aquí durante toda la campaña”, apunta.

Aunque la imagen típica de la Antártida es la de un lugar cubierto de hielo, el escenario que los militares españoles se encuentran es muy distinto. “Es una isla volcánica al norte de la península antártica, así que en verano se dan las condiciones mínimas para poder permanecer aquí”, explica el coronel ourensano, jefe de Trasmisiones en la campaña. Las temperaturas oscilan entre los 0 y los 2 grados, aunque el viento -que habitualmente supera los 100 kilómetros por hora- reduce la sensación térmica hasta los -20 grados. La base está formada por diferentes zonas, con módulos destinados a la vida diaria y otros para investigación, almacenes o talleres. 

Pingüinos, el tema favorito

Pablo Álvarez también les habló de uno de los temas favoritos de los más pequeños: los animales. “Nos habló mucho de la fauna, de las especies de pingüinos, de las focas, las aves…”, comenta Rafael Gutiérrez, alumno de 5º de Primaria. “Ensináronnos fotos e vídeos, e dixéronnos como se chamaban os animais. Foi a miña parte favorita”, señala su compañera Zaida Río. “Eu de maior quero traballar nun zoolóxico, por iso todo o que nos contaron dos animais me gustou tanto”, dice Xián Santiago, otro alumno. Los estudiantes no se imaginaban cómo era la vida en el continente antártico, y se sorprendieron de las condiciones. “Allí no hay arquitectos ni obreros, son ellos quienes construyeron la base y quienes arreglan todo”, dice Alexandre Canal, alumno de 6º de Primaria. En el encuentro también participó Eva Ucha, alumna de 2º de la ESO del centro, y prima del coronel. “El estivo moito tempo preparándose para marchar, tiña moitas ganas”, explica la joven.

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