Los ourensanos son, junto con los compostelanos, los gallegos que más pagan por el consumo mínimo de agua, 4,15 euros mensuales, que se han de abonar aunque no se abra el grifo. La tasa requiere un mínimo de 10 metros cúbicos mensuales por un valor de más de 0,4 euros el metro.
¿Ahorrar agua es sinónimo de ahorrar dinero? Aunque la pregunta parezca obvia, lo cierto es que la respuesta dependerá de la ciudad en la que viva. En el caso de Ourense, la contestación es simple: no necesariamente. Ello se debe al establecimiento de mínimos y tramos de consumo que hacen que una vivienda en la que no se abra ni un solo grifo en dos meses (el recibo es bimensual), pague a la empresa concesionaria, Aquagest, 8,3 euros, al tener que abonar el mínimo previsto de 10 metros cúbicos al mes. Esto significa también que una casa que consume en dos meses 13 metros cúbicos abonará lo mismo que la que llega a los 20.
El concejal de Medio Ambiente, Demetrio Espinosa, reconoce que cuando se aprobaron estas formas de pago, está claro que no se buscaba fomentar el ahorro de agua. Pero ahora no hay vuelta atrás porque hay unos acuerdos firmados en base a unos cánones (como el de saneamiento, por parte de la Xunta, que tiene como objeto reinvertir en obras de saneamiento). El establecimiento de mínimos es una constante en todas las ciudades gallegas, pero el de Ourense es el más caro de Galicia, junto con el de Santiago, donde una vivienda que no consuma agua pagará por este concepto 4,1 euros al mes. Le siguen en este ranking, A Coruña (4,07 euros), Lugo (3,7), Vigo (3,42) y Pontevedra (3,29). Las diferencias en los recibos se marcan también en el precio al que en cada ciudad se cobra el metro cúbico -en el caso de Ourense, 0,41 euros hasta 10 metros cúbi cos de consumo y 0,63 euros hasta llegar a los 20 metros cúbicos-. Evidentemente, la ciudad supera también a municipios limítrofes como San Cibrao (donde se paga un mínimo hasta seis metros cúbicos de 2,6 euros al mes) y Barbadás (3,92 euros hasta los 24 metros cúbicos).
Calidad
Paralelamente al coste del servicio está la calidad del mismo. En febrero del año pasado, muchos ourensanos tuvieron que recurrir al agua embotellada ante el mal olor y el sabor de la del abastecimiento, provocado, según aseguraban entonces fuentes de Aquagest, por la presencia de geosmina (una sustancia química). Esta situación perduró durante más tiempo en las tuberías de fibrocemento, las más antiguas -pero también las más comunes- de la ciudad. Precisamente la antigüedad de la red provoca roturas periódicas de tuberías, lo que, además de cortes de agua, ha ocasionado desperfectos de diversa consideración. De hecho, la junta de gobierno local aprobó recientemente estimar la reclamación de responsabilidad patrimonial por los daños ocasionados por un reventón de una tubería en la calle Arturo Pérez Serantes, de forma que Aquagest tendrá que pagar 1.013 euros y 752 euros, a dos ciudadanos, que es la mitad -el titular del muro exterior del edificio abonará la otra mitad- de los desperfectos.
Conflicto laboral
La CIG convoca para mañana una concentración en protesta porque Aquagest ha despedido a tres trabajadores y sancionado a otros cinco. La empresa alega que los empleados habían abandonado su puesto de trabajo, aunque el sindicato lo niega.
Un informe detecta sustancias contaminantes en el agua
En el informe que la Organización de Consumidores y Usuarios ha realizado sobre la calidad y el precio del agua, donde analizan el servicio en 64 ciudades españolas, Ourense es una de las que peor paradas sale, ya que, junto con La Bisbal (Girona) es una de las que han encontrado problemas de contaminación (trihalometanos, compuestos químicos volátiles que se generan durante el proceso de potabilización del agua por la reacción de la materia orgánica). En los análisis de esta organización constaba también la presencia de plaguicidas.
Estos datos están siendo contrastados desde la Concejalía de Medio Ambiente, aunque fuentes municipales consideran que el informe pudo haberse realizado a partir de muestras tomadas en un punto concreto que pudiera estar afectado por un vertido, ya que desde los malos olores registrados el año pasado se realiza un control exhaustivo de los trihalometanos en el agua y los datos no coinciden con los del informe. No obstante, añaden que trabajan en determinar si la situación es generalizada y, en caso de que así sea, subsanarla lo antes posible.
Xinzo reclama mediciones mensuales
El precio del abastecimiento de agua preocupa también en Xinzo. En el pleno municipal del pasado mes de octubre, la Corporación municipal acordó de forma unánime que el Concello solicite a Aquagest mediciones mensuales de los contadores del agua para evitar el cobro estimativo del consumo. La decisión se adoptó después de que varios vecinos acudieran a la entidad municipal para quejarse de recibos desproporcionados, que se situaban en torno a los 500 y los 840 euros por un trimestre. Además, el PSOE de Xinzo requirió una reunión urgente entre concejales y Aquagest para aclarar los casos de facturación abusiva.
El concejal de Medio Ambiente, Demetrio Espinosa, reconoce que cuando se aprobaron estas formas de pago, está claro que no se buscaba fomentar el ahorro de agua. Pero ahora no hay vuelta atrás porque hay unos acuerdos firmados en base a unos cánones (como el de saneamiento, por parte de la Xunta, que tiene como objeto reinvertir en obras de saneamiento). El establecimiento de mínimos es una constante en todas las ciudades gallegas, pero el de Ourense es el más caro de Galicia, junto con el de Santiago, donde una vivienda que no consuma agua pagará por este concepto 4,1 euros al mes. Le siguen en este ranking, A Coruña (4,07 euros), Lugo (3,7), Vigo (3,42) y Pontevedra (3,29). Las diferencias en los recibos se marcan también en el precio al que en cada ciudad se cobra el metro cúbico -en el caso de Ourense, 0,41 euros hasta 10 metros cúbi cos de consumo y 0,63 euros hasta llegar a los 20 metros cúbicos-. Evidentemente, la ciudad supera también a municipios limítrofes como San Cibrao (donde se paga un mínimo hasta seis metros cúbicos de 2,6 euros al mes) y Barbadás (3,92 euros hasta los 24 metros cúbicos).
Calidad
Paralelamente al coste del servicio está la calidad del mismo. En febrero del año pasado, muchos ourensanos tuvieron que recurrir al agua embotellada ante el mal olor y el sabor de la del abastecimiento, provocado, según aseguraban entonces fuentes de Aquagest, por la presencia de geosmina (una sustancia química). Esta situación perduró durante más tiempo en las tuberías de fibrocemento, las más antiguas -pero también las más comunes- de la ciudad. Precisamente la antigüedad de la red provoca roturas periódicas de tuberías, lo que, además de cortes de agua, ha ocasionado desperfectos de diversa consideración. De hecho, la junta de gobierno local aprobó recientemente estimar la reclamación de responsabilidad patrimonial por los daños ocasionados por un reventón de una tubería en la calle Arturo Pérez Serantes, de forma que Aquagest tendrá que pagar 1.013 euros y 752 euros, a dos ciudadanos, que es la mitad -el titular del muro exterior del edificio abonará la otra mitad- de los desperfectos.
Conflicto laboral
La CIG convoca para mañana una concentración en protesta porque Aquagest ha despedido a tres trabajadores y sancionado a otros cinco. La empresa alega que los empleados habían abandonado su puesto de trabajo, aunque el sindicato lo niega.
Un informe detecta sustancias contaminantes en el agua
En el informe que la Organización de Consumidores y Usuarios ha realizado sobre la calidad y el precio del agua, donde analizan el servicio en 64 ciudades españolas, Ourense es una de las que peor paradas sale, ya que, junto con La Bisbal (Girona) es una de las que han encontrado problemas de contaminación (trihalometanos, compuestos químicos volátiles que se generan durante el proceso de potabilización del agua por la reacción de la materia orgánica). En los análisis de esta organización constaba también la presencia de plaguicidas.
Estos datos están siendo contrastados desde la Concejalía de Medio Ambiente, aunque fuentes municipales consideran que el informe pudo haberse realizado a partir de muestras tomadas en un punto concreto que pudiera estar afectado por un vertido, ya que desde los malos olores registrados el año pasado se realiza un control exhaustivo de los trihalometanos en el agua y los datos no coinciden con los del informe. No obstante, añaden que trabajan en determinar si la situación es generalizada y, en caso de que así sea, subsanarla lo antes posible.
Xinzo reclama mediciones mensuales
El precio del abastecimiento de agua preocupa también en Xinzo. En el pleno municipal del pasado mes de octubre, la Corporación municipal acordó de forma unánime que el Concello solicite a Aquagest mediciones mensuales de los contadores del agua para evitar el cobro estimativo del consumo. La decisión se adoptó después de que varios vecinos acudieran a la entidad municipal para quejarse de recibos desproporcionados, que se situaban en torno a los 500 y los 840 euros por un trimestre. Además, el PSOE de Xinzo requirió una reunión urgente entre concejales y Aquagest para aclarar los casos de facturación abusiva.
