Pablo Piñeiro, de capitán del Ourense CF a escuchar a los demás: "Me encantaría encontrar más historias de cuidados"

Mira atrás y se ve como un “un gañán emocional”, hasta que se propuso un cambio. El exfutbolista, escritor y actor ourensano Pablo Piñeiro lleva ocho años recopilando historias de amor y, sobre todo, de desamor. Se las guarda dentro y se las intenta devolver a otros en clave de ayuda. “Escucho historias de amor gratis” es un proyecto basado en algo tan básico como el querer escuchar. Conversa con el que lo necesite y en cualquier rincón. Luego lo reconvierte en charlas, escribe o se sube a un escenario con monólogos, como el que protagoniza hoy en el Teatro Principal bajo el título “Lo positivo de fracasar en el amor” y en apoyo a la asociación "Por eles TEA Ourense"

¿Cuál es el objetivo del proyecto callejero "Escucho historias de amor... gratis"?

Quiero generar un espacio en el que cualquier persona pueda contar lo que le apetezca o lo que necesite sin sentirse juzgado. Llevo toda esta semana escuchando mucho en Ourense.

¿Y qué te han contado los ourensanos?

¡Guau! Me he encontrado historias muy brutales. Normalmente lo hago en Madrid y aquí, en una ciudad más pequeña, de repente sorprende cómo la gente se abre a contar historias, secretos o detalles muy personales que posiblemente jamás han contado a nadie.

Y así, en sitios tan públicos, delante de cualquiera que pasa por delante…

¡Da igual! Pueden contar de todo y hasta romperse a llorar conmigo sin ningún problema. Se genera un espacio de tanta intimidad y seguridad, que es un lugar de cuidados muy bestia. Simplemente piensan, “me apetece compartirlo, no encuentro juicio y lo hago”. Lo que encuentra la persona es un momento terapéutico.

Pero, ¿por qué a ti?

No me suelen contar una historia de amor bonita, suele ser algo que tienen atravesado dentro y que necesitan compartirlo. Posiblemente en los círculos cercanos sí se sienten juzgados, sigue siendo tabú ir a un psicólogo y hay otro condicionante muy importante que es el coste de las terapias. Yo escucho gratis.

Mejor conversador, ¿el hombre o la mujer?

La atención psicológica sigue estigmatizada, sobre todo para los hombres. Seguimos evitando el contactar con nuestras emociones, el verbalizar debilidades o comentarlas en público. No nos lo permitimos. Es abrumador. El 90% de las personas con las que hablo son mujeres.

¿Te has visto tú escuchando a un psicólogo?

Si, he estado con psicólogos en las dos posiciones, tanto contándome sus cosas como de mi lado para observar la perspectiva de la calle.

¿Has recibido críticas o te han acusado de intrusismo?

Si me han criticado, no me lo han dicho. No me veo un intruso hacia los psicólogos. No tengo formación, tengo de otro tipo y hasta hace dos años era el capitán del Ourense CF, pero escucho y no me hacen un bizum o saco partido. Por otro lado, me piden opinión, pero siempre advierto de que no soy psicólogo, que lo que digo no es la piedra filosofal que soluciona sus problemas. No soy un gurú del amor, todo lo que les pueda decir está atravesado por mi sesgo personal y tengo la capacidad de escuchar y hablar; pero deben saber que a lo mejor no les sirve para nada. No pretendo que funcione, solo quiero ofrecer mi punto de vista.

Te encontramos en Los Vinos, ¿influye el lugar escogido para charlar?

Mucho. No es lo mismo en la Plaza do Ferro, que en la cárcel del Pereiro o en una residencia de mayores. Por ejemplo, habiendo sido futbolista, en los institutos los chicos encuentran en mi un aliado, pero de repente el aliado les mete un mensaje directo a los sentimientos que les rompe.

En cuanto a la temática, ¿más amor frente a desamor o pasión frente a desesperación?

Desamor en un 90 por ciento. No haría la dicotomía entre pasión y desesperación, porque esos sentimientos pueden unirse e incluso abrazarse. Hay muchas historias de maltrato, de malos tratos romantizados, de esos de afianzan frases como que "los amores reñidos son los más queridos" o "los que se aman es porque se pelean". No tenemos un sistema que eduque en emociones y, además, las vivimos al estilo Disney o como en las letras de Alex Ubago. Las relaciones no funcionan al no estar basadas en la curiosidad, en el respeto o en la comunicación.

¿Te lo aplicas?

Mi espectáculo "Lo positivo de fracasar en el amor" justo cuenta mi viaje. Cómo un gañán, un analfabeto emocional se reconstruye. Yo era la persona más torpe del mundo.

¿Te han sorprendido las historias escuchadas en Ourense?

Las historias no varían tanto por el lugar como por la edad de la persona. No es lo mismo la vivencia de una persona que ya ha nacido con redes sociales que una que ha conocido a su pareja en un baile. Por otro lado, es más sencillo apartar ahora a alguien que no te conviene que lo vivido por personas mayores, en relaciones marcadas por el "qué dirán". En las residencias de mayores escuchas relatos de mujeres de toda una vida basada en la infelicidad.

¿Qué haces con lo que entra por tus oídos? ¿Vas cargando tu mochila emocional con lo de otros?

Lo aplico a los demás, me lo aplico a mí y lo escribo, sobre todo cuando hay pocos referentes sobre lo que me transmiten: amor entre cinco amigas, pasión por objetos... relatos que pueden hacer sentir menos raros a otros.

¿Cuál es la historia pendiente?

Me encantaría encontrar más historias de cuidados. Ayer conversé aquí en Ourense con un abuelo. Fue una historia muy bonita, aunque cruzada por el dolor. La persona con la que vivía empezaba a tener problemas de salud y era una mezcla de amor y desamor... ¡Brutal!