Los padres investigados por la muerte de su bebé de dos meses de edad el 4 de marzo de este año y las fracturas que presentaba su gemelo serán acusados por el maltrato al pequeño que resultó lesionado, pero no por homicidio imprudente. El juez instructor, en un auto notificado ayer, acordó "el sobreseimiento provisional y archivo de la causa" en relación a la muerte sufrida por el pequeño "al no deducirse de todo lo instruido hasta la fecha cuál puede haber sido la causa de la muerte y, en consecuencia, si la misma pudo haber sido provocada por un tercero". El instructor considera especialmente significativo el informe final de autopsia elaborado por los médicos forenses del Imelga al indicar que la causa de la muerte del bebé "es indeterminada".
Por contra, el juez cree que hay indicios para llevar a juicio a los padres, Adrián S.M. y D.V.L. por las graves lesiones -cuatro fracturas costales en el hemitórax izquierdo- que presentaba su otro hijo y que fueron provocadas, según el juez, "de forma intencionada probablemente al zarandearlo con brusquedad y con una fuerza desproporcionada teniendo en cuenta la corta edad del bebé". Eso sí, el instructor repara en que posteriormente lo llevaron al médico.
En las diligencias previas, hay incorporado un informe del forense en el que se pone de manifiesto que las lesiones que presenta son compatibles como malos tratos". Todos los facultativos que asistieron al menor pusieron de manifiesto que las fracturas costales son compatibles con algún tipo de compresión sobre los costados o una agitación realizada con bastante fuerza.
El instructor resta credibilidad a la versión del padre -costillas rotas tras practicarle una reanimación con motivo de un primer ingreso - porque no fueron observadas en las radiografías . Las lesiones aparecieron en el segundo ingreso, días después.
