La llama encendida desde el miércoles en el pebetero del pabellón de los deportes Paco Paz se apagó ayer tras cinco días de celebración de II Olimpiada Codima 2009, organizada por la congregación de los colegios Divino Maestro.
El Pazo dos Deportes Paco Paz de Ourense acogió ayer la ceremonia de clausura de la segunda Olimpiada Deportiva Cultural Codima, organizada por los colegios Divino Maestro. El apagado de la última llama del pebetero -encendido desde el pasado miércoles- lo contemplaron, emocionados, los casi 1.500 jóvenes que participaron durante cinco días en este evento.
Allí también estuvieron los padres y familiares de los escolares (entre 3º de Primaria y 4º de la ESO), acompañados también por los profesores de los alumnos de los colegios Divino Maestro de varias comunidades autónomas, como Castilla y León, Madrid, Murcia y Andalucía, además de Galicia.
El acto sirvió, además, para la celebración de una misa joven con la presencia del obispo de la Diócesis, Luis Quinteiro Fiuza, para terminar con una velada nocturna, que se celebró a las 23.00 horas en la que se entregaron los trofeos de la Olimpiada Cultural. Antes, la coral del Liceo y el grupo Queixumes dos Pinos pusieron la nota musical al último día de la competición en el Paco Paz.
El balance no puede ser más satisfactorio, aseguró ayer el coordinador de la olimpiada, Álvaro Cid, que recuerda que los objetivos que se habían marcado se han cumplido. Nuestra intención era ante todo acercar a los chavales la cultura y el deporte, pero que sirviera también para enseñar la ciudad a las personas que venían de fuera, y recordar la figura de nuestro fundador Francisco Blanco Nájera, apuntó Cid.
Fueron cinco días de pruebas deportivas, en los que el calor fue el protagonista. El complejo deportivo de Monterrey, el pabellón de Os Remedios, el Sexto Instituto Julio Prieto Nespereira y el patio del colegio del Divino Maestro fueron los escenarios en los que los estudiantes (entre los 8 y 16 años) disputaron las distintas competiciones deportivas, como la natación, fútbol sala 4x4, atletismo o baloncesto 3x3, en las categorías de benjamín, alevín, infantil y cadete.
Tristeza, pero también emoción
Los jóvenes deportistas dijeron ayer adiós a la II Olimpiada Codima. Los 1.500 alumnos que viajaron hasta la ciudad de As Burgas para participar en la segunda edición de este evento deportivo, procedentes de los colegios Divino Maestro de varias comunidades autónomas, vivieron sus últimas horas con tristeza, pero también con emoción, según destacaron los responsables del colegio ourensano que actuó este año como anfitrión.
Allí también estuvieron los padres y familiares de los escolares (entre 3º de Primaria y 4º de la ESO), acompañados también por los profesores de los alumnos de los colegios Divino Maestro de varias comunidades autónomas, como Castilla y León, Madrid, Murcia y Andalucía, además de Galicia.
El acto sirvió, además, para la celebración de una misa joven con la presencia del obispo de la Diócesis, Luis Quinteiro Fiuza, para terminar con una velada nocturna, que se celebró a las 23.00 horas en la que se entregaron los trofeos de la Olimpiada Cultural. Antes, la coral del Liceo y el grupo Queixumes dos Pinos pusieron la nota musical al último día de la competición en el Paco Paz.
El balance no puede ser más satisfactorio, aseguró ayer el coordinador de la olimpiada, Álvaro Cid, que recuerda que los objetivos que se habían marcado se han cumplido. Nuestra intención era ante todo acercar a los chavales la cultura y el deporte, pero que sirviera también para enseñar la ciudad a las personas que venían de fuera, y recordar la figura de nuestro fundador Francisco Blanco Nájera, apuntó Cid.
Fueron cinco días de pruebas deportivas, en los que el calor fue el protagonista. El complejo deportivo de Monterrey, el pabellón de Os Remedios, el Sexto Instituto Julio Prieto Nespereira y el patio del colegio del Divino Maestro fueron los escenarios en los que los estudiantes (entre los 8 y 16 años) disputaron las distintas competiciones deportivas, como la natación, fútbol sala 4x4, atletismo o baloncesto 3x3, en las categorías de benjamín, alevín, infantil y cadete.
Tristeza, pero también emoción
Los jóvenes deportistas dijeron ayer adiós a la II Olimpiada Codima. Los 1.500 alumnos que viajaron hasta la ciudad de As Burgas para participar en la segunda edición de este evento deportivo, procedentes de los colegios Divino Maestro de varias comunidades autónomas, vivieron sus últimas horas con tristeza, pero también con emoción, según destacaron los responsables del colegio ourensano que actuó este año como anfitrión.
