Consideran que el hecho de que el 19 de marzo sea laborable perjudica la economía de negocios
Hay una diferencia sustancial en las cajas registradoras del comercio y la hostelería si el 19 de marzo, día de San José, es festivo o lectivo. El Día del Padre tiene un componente afectivo indudable, pero también económico. Hace ya años que la Xunta (que elabora el calendario de festivos de rango autonómico) optó por el 25 de julio, Santiago Apóstol, en detrimento del 19 de marzo. Asimismo, Ourense escoge como festivos generalmente el Martes de Entroido y el San Martiño, lunes 11 de noviembre, en perjuicio del Día de San José.
“Qué duda cabe, que es una reivindicación económica”, dice Emilio González, presidente de los comerciantes de la Plaza de Abastos. La alimentación, tanto para hogares como para hostelería, factura mucho dinero ese día, si es festivo. “Para la Plaza de Abastos, después de Navidad, es la época más importante”. Cree que, después de un enero y febrero que no suelen ser buenos para el comercio, “el Día del Padre es un revulsivo”, dice este empresario.
Pero también apela al carácter emocional y de “la tradición de juntarse las familias a comer, a intercambiarse regalos y a pasar un rato agradable en un día tan señalado”. Cuando no es lectivo, “casi hace falta recomendación para reservar en un restaurante”, indica González.
El presidente de la plaza opina que si no se puede recuperar el festivo, “sí por lo menos hacer como el Día de la Madre, que se celebra el primer domingo de mayo y en este caso podría ser el segundo domingo de marzo”. Traslada que “la Xunta y el comercio podríamos hacer una campaña para sensibilizar a la sociedad de este cambio y que quedase establecido de esta forma”.
La misma posición mantiene Luis Rivera, presidente del Centro Comercial Aberto Ourense Centro. “Necesitamos que haya una fecha fija para la celebración del Día del Padre, nosotros proponemos el segundo domingo de marzo”, indica. Considera que esto ayudaría a que la gente lo celebrase y consecuentemente estimularía la hostelería, el comercio y la hotelería.
Rivera es consciente de que será difícil lograrlo, pero “si se ha conseguido con el Día de la Madre, por qué no con el del Padre”. “Nosotros lo que queremos es dinamizar el comercio, si yo sé que el Día del Padre es el segundo domingo de marzo, lo celebro, si estoy pendiente a si al final es festivo o no, perdemos todo el valor comercial”, señala.
Incide en que el segundo domingo de marzo sería el Día del Padre y no el de San José, que seguiría siendo lógicamente el 19 de marzo. “Así no dependemos del calendario de la Xunta”, insiste Rivera.
En la misma línea se manifiesta la Federación de Comercio de Ourense. “Es una reivindicación que venimos haciendo desde hace años, consideramos que el Día del Padre tiene que ser festivo porque siempre es muy comercial”, explica su presidenta, Beatriz Gómez.
En cuanto a las ventas, Gómez explica que se nota mucha diferencia cuando esta celebración es festivo respecto a cuando es laborable, ya que “no se celebra de la misma manera”. En este sentido, notan mucha diferencia con el Día de la Madre, que siempre cuadra a domingo. “Al ser festivo, todos sabemos que tenemos el día libre para celebrarlo comiendo fuera u organizando una comida en casa, pero el Día de San José, si tienes que ir a trabajar, se diluye bastante el festejo”, añade.
Por ello, la Federación reitera esta petición de forma continuada a las instituciones competentes, pero les manifiestan que en Galicia escoge dos jornadas festivas y el Día de Santiago y el de las Letras Gallegas tienen preferencia.
Lucha con otras provincias
Gómez señala que hay disparidad de opiniones con otras provincias sobre este tema, ya que Pontevedra y sobre todo A Coruña prefieren que sea festivo el 24 de junio antes que el 19 de marzo. “Hay polémica, ya que entendemos que el San Juan no es un día comercial”, indica.
