El Clúster de la Pizarra presenta este jueves a las 12,00 horas en el centro cultural Marcos Valcárcel el libro "La pizarra. Extracción y producción", del arquitecto coruñés Carlos Quintáns. Una mirada plástica a canteras de Ourense y Lugo con fotografías de Juan Rodríguez. El autor reivindica los nuevos usos de la pizarra, que ha pasado de un material para cubiertas a utilizarse hasta como plato de pinchos y cocktails en gastronomía.
¿La pizarra tiene nuevos usos?
Hay nuevos usos porque la pizarra es absorbente de energía, se puede usar fácilmente para convertirla en energía calorífica. También se visualizan procedimientos distintos. Durante mucho tiempo la gente no era consciente de que se podía pulir la pizarra. Hoy en día es más fácil visualizar esos procedimientos habituales. Y la pizarra está llegando a otros lugares: para un pincho, en un plato, como soporte, como ornamentación... Hay usos nuevos que no están dentro de la construcción.
¿Cuál es la relación entre la pizarra y la arquitectura rural?
En Galicia hay una frontera en el uso de la pizarra muy clara. La franja hoy en día ya es muy discutible, pero habitualmente era más habitual encontrar pizarra en Lugo y en Ourense.
¿Han evolucionado también los procesos de extracción?
Hay un cambio, que no es reciente, pero es que es que ya hay canteras que no son de superficie, están enterradas. El resto de cambios vendrá de la mano de dos procesos: de cómo se ordena y trabaja con aquello que no se puede usar y cómo se devuelve a la naturaleza las zonas que ya no se usan.
¿La pizarra es un material más valorado hoy en día por la arquitectura?
Hace años se decía que era un material usado para el descuido, asociado a arquitectura pobre, de especulación. En este momento no es así, hay arquitecturas maravillosas y que están pensadas a base de pizarra.
¿Cuál es el papel de Valdeorras en el sector en Galicia y fuera de nuestras fronteras?
La zona de Valdeorras es el foco neurálgico de la producción de pizarra, allí son uno de los productores más importantes del mundo.
