El Concello prevé reponer los ejemplares muertos en otoño y tratamientos previos con fungicidas para evitar que proliferen los hongos
La preocupación ya viene del invierno, cuando una plaga secó varios árboles -plátanos de sombra- de la Praza de As Mercedes, en la ciudad, y obligó a talarlos; pero la proliferación del hongo de la "grafiosis", una enfermedad que seca los olmos, alarmó a los vecinos y transeúntes de los jardinillos de Bispo Cesáreo, ya que es en este punto -ahora el más afectado por las plagas que se ceban con numerosos árboles de la ciudad- donde hay más olmos dañados irremediablemente, superando la media docena (además de un arce) en un jardín de limitadas superficies.
Con todo, no es el único lugar donde el Concello se prepara ya para sanear ejemplares secos víctimas de hongos. En el Parque de San Lázaro, otros dos olmos están prácticamente secos por efecto de la misma "grafiosis", por lo que los técnicos municipales han pedido ya presupuesto a varias empresas especializadas, con el fin de proceder a un tratamiento con fungicidas que, si no cura a los árboles dañados, por lo menos evite la proliferación de la enfermedad.
El problema de las plagas, que los técnicos consideran normal en una ciudad donde hay miles de árboles plantados en calles y jardines, llega también a las calles del centro. Es el caso del Paseo, donde en otoño habrá que reponer varios árboles "del amor", como así se conocen los "cercis siliquastrum". Están afectados por otra plaga, la misma que ha secado árboles de diferentes especies en la avenida de La Habana, Concordia y la avenida de Buenos Aires.
Además, la "cochinilla" se ha cebado con los árboles de la calle Samuel Eiján, que también deberán ser renovados, previo saneamiento del alcorque correspondiente, en otoño, cuando la climatología lo permita. En este sentido, los técnicos consultados precisaron que es entonces la mejor época para replantar, por lo que será también entonces cuando se aborde la renovación en la Praza de As Mercedes y hasta en Concejo, donde hay plátanos dañados por la peste.
Además del tratamiento que se aplicará a los árboles enfermos, incluso secos (para que la plaga no prolifere más), el Concello prevé un plan de renovación de especies cuya antigüedad seca las ramas y pudre el interior de los troncos, como ha ocurrido en O Posío, donde hubo que talar varios ejemplares en este estado, para evitar riesgos a los ciudadanos que frecuentan ese parque público.
Pero los técnicos insisten en que los árboles secos en otros espacios de la ciudad o en las aceras no suponen amenaza alguna para los viandantes; sus troncos se mantienen firmes pese al triste aspecto que ofrecen.
