CUERPO DE LA POLICÍA NACIONAL

La Policía convoca seis plazas para un nuevo grupo de drogas

La brigada de la Comisaría ourensana fue desmantelada en un operativo contra el narcotráfico

El futuro de la brigada de estupefacientes de Ourense es ahora una incógnita. La operación contra el tráfico de drogas, todavía abierta, en la ciudad desmanteló el grupo por la presunta implicación de cuatro de los funcionarios adscritos. Así las cosas, está previsto que la Comisaría convoque seis plazas para que los aún miembros de la unidad sean sustituidos por otros, que accederán por concurso general de méritos, en el que computan capacidad, antigüedad y mérito. No está claro si habrá algún departamento con prioridad, como la brigada de policía judicial. En esta línea, fuentes cercanas al cuerpo policial indican que "no se trata de una destitución en sí, sino que va a ser algo mutuo", refiriéndose a que "tal y como está la situación, los agentes no van a querer seguir ahí", siendo "lo mejor" para ellos y para la Comisaría.

Pero hay tal "psicosis" ahora mismo que las tareas para volver a poner a punto esta brigada de drogas no van a ser sencillas, aseguran las mismas fuentes. En relación al trato con los confidentes, "teniendo en cuenta que los agentes que más información han aportado a esta Comisaría y más incautaciones han ejecutado se han visto envueltos en una operación de esta índole, el miedo a ingresar en el grupo de estupefacientes es terrible", añaden.
Por ese motivo, no se descarta que la adjudicación de plazas sea forzosa, pero esa medida sería "arriesgada y complicada", porque, en un grupo de investigación, lo más importante "es la iniciativa", explican desde el Sindicato Unificado de Policía (SUP). "Los funcionarios de drogas no entienden de horarios y su carga de trabajo y responsabilidad son muy grandes, para lo que hace falta motivación", añaden.

Se contempla también la posibilidad de que la brigada quede vacante por falta de funcionarios voluntarios y porque la jefatura no estime conveniente cubrir las plazas, pero, expresan desde el SUP, "sería un gran perjuicio para el seguimiento de drogas en Ourense".
A falta de la confirmación oficial del comisario de la Policía Nacional, Amable Valcárcel, lo más probable, según las fuentes consultadas, es que se deje pasar un periodo de tiempo para que "las aguas vuelvan a su cauce".

En el marco de esta macro-operación antidroga, activada hace nueve meses por el Juzgado de Instrucción 1 de Ourense e investigada por la Unidad de Asuntos Internos de la Dirección General de la Policía, resultaron detenidas 13 personas. Dos de ellas, el inspector jefe del grupo de estupefacientes ourensano, Antonio R.F., y uno de los agentes, Felipe M.A., que quedaron en libertad provisional tras pasar a disposición judicial el viernes. Además, otros dos policías de la brigada están también imputados, a esperas de declarar ante el juez que instruye el caso, Leonardo Álvarez, lo que está previsto que sea en los próximos días. A uno de ellos se le imputan los mismos delitos que a los dos detenidos -tráfico de drogas, omisión del deber de perseguir delitos, falsedad documental y revelación de secretos. Al otro, solamente revelación de secretos.

Informan fuentes cercanas a la investigación policial que estos dos no fueron detenidos porque "su implicación no está al mismo nivel que la de los otros". De hecho, en las declaraciones del resto de los arrestados "apenas fueron nombrados", pero se les imputa "aunque solo sea por ser mencionados en alguna conversación telefónica pinchada".

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