El PP no prevé presentar una moción de censura en el Concello de Ourense, matizando así la opción que insinuó la portavoz de su partido en Galicia, Paula Prado, el pasado miércoles. Rosendo Fernández, portavoz municipal en Ourense, considera que lo más importante es 'hacer gobernable' el municipio y, por ello, la mejor opción sería 'constituir un gobierno de concentración ante el estado de emergencia municipal'.
Sí reconoció, en unas declaraciones públicas efectuadas en un acto público, que 'son muchas las voces vecinales y de políticos que nos indican por qué no una moción de censura', dijo el representante de esa formación, quien confesó que es un extremo que no le gusta. 'Hay excepciones', dijo, pero abogó por 'apartar intereses partidarios y partidistas y centrarse en la gobernabilidad municipal'.
En realidad, la moción de censura es actualmente inviable, al menos con la situación existente ayer en el Concello, incluida la de los cinco concejales socialistas suspendidos de militancia. Estos, pese a la suspensión, están sometidos a disciplina de voto con el grupo municipal del PSOE, del que de momento no han mostrado intención de apartarse. Por eso, los 14 ediles necesarios -mayoría absoluta- para que prospere la censura deberán pasar, al menos por ahora, por lograr el respaldo del BNG -el PP cuenta con 11 más 2 de Democracia Ourensana-, que ya ha dicho que no favorecerá un gobierno municipal de mayoría popular. La posibilidad de contar con al menos uno de los ediles socialistas suspendidos se antoja por ahora inviable. Serían tránsfugas si la apoyasen, pese a estar suspendidos, y no saldría adelante.
En el conflicto de Ourense terció ayer el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que mostró al final del Consello de la Xunta su preocupación por la gobernabilidad en el Concello y ha dicho que la responsabilidad para lograrlo es del alcalde, Agustín Fernández, sea cual sea, precisó, la situación interna dentro del grupo de gobierno. Además, señaló, al PSdeG le toca gestionar su partido, y espera que lo haga con el mayor 'éxito' posible y que sus problemas no afecten a las instituciones.
En realidad, la moción de censura es actualmente inviable, al menos con la situación existente ayer en el Concello, incluida la de los cinco concejales socialistas suspendidos de militancia. Estos, pese a la suspensión, están sometidos a disciplina de voto con el grupo municipal del PSOE, del que de momento no han mostrado intención de apartarse. Por eso, los 14 ediles necesarios -mayoría absoluta- para que prospere la censura deberán pasar, al menos por ahora, por lograr el respaldo del BNG -el PP cuenta con 11 más 2 de Democracia Ourensana-, que ya ha dicho que no favorecerá un gobierno municipal de mayoría popular. La posibilidad de contar con al menos uno de los ediles socialistas suspendidos se antoja por ahora inviable. Serían tránsfugas si la apoyasen, pese a estar suspendidos, y no saldría adelante.
En el conflicto de Ourense terció ayer el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que mostró al final del Consello de la Xunta su preocupación por la gobernabilidad en el Concello y ha dicho que la responsabilidad para lograrlo es del alcalde, Agustín Fernández, sea cual sea, precisó, la situación interna dentro del grupo de gobierno. Además, señaló, al PSdeG le toca gestionar su partido, y espera que lo haga con el mayor 'éxito' posible y que sus problemas no afecten a las instituciones.
