La elección de las fechas de las primarias para elegir al candidato a la Alcaldía de Ourense amenaza con originar un nuevo cisma en el PSOE, una vez que ayer Ferraz lanzó el proceso aprobando la convocatoria de estas elecciones internas y la elaboración de candidaturas para los comicios municipales y autonómicos de mayo de 2023.
En el documento validado en el Comité Federal se establecen dos calendarios posibles para afrontar el proceso, uno que fija la jornada de votación el 9 de octubre y otro alternativo que la retrasa hasta el 11 de diciembre. Esta segunda opción parece ser la preferida por la dirección gallega del partido, según ha podido saber este periódico, lo que choca con lo que pensaban varios cargos de la formación en Ourense, que daban por hecho que serían a principios de otoño.
“La decisión está por tomar, pero lo más probable es que se aplique en Galicia el de diciembre”, apuntan fuentes de la cúpula gallega, recordando que será la Ejecutiva autonómica la que acuerde el calendario definitivo, aunque nada está cerrado todavía.
En Galicia, solo Ourense y Pontevedra se ven afectadas por este dilema, dado que en el resto de ciudades los alcaldes tienen luz verde para repetir sin necesidad de someterse a las urnas. A día de hoy, únicamente el actual secretario provincial y portavoz municipal, Rafael Rodríguez Villarino, ha confirmado su presencia en este proceso para ser el candidato del PSOE en la ciudad, argumentando que ya fue el más votado en las elecciones de 2019, cuando asumió el liderazgo tras el paso a un lado de José Ángel Vázquez Barquero, que había ganado las primarias en noviembre de 2018.
Queda por despejar la incógnita del rival al que tenrá enfrente. La actual secretaria local, Natalia González, es una de las personas que suenan con fuerza por su posición orgánica. Si hubiera más de dos aspirantes y ninguno de ellos obtuviese la mayoría absoluta, habría una segunda jornada de votación entre los dos más apoyados una semana después de la primera elección.
Lo que sí que está cerrado es que el censo de militantes con derecho a voto será el cerrado a 1 de junio, sin importar el calendario por el que se opte.
