Su hermano queda en libertad, con orden de alejamiento de Santoalla y de la viuda de Verfonder
La jueza Purificación González López dictó ayer un auto de ingreso en prisión para Juan Carlos Rodríguez González, de 47 años, como presunto autor del homicidio del holandés de Santoalla (Petín), Martin Albert Verfondern, cometido el 19 de enero de 2010 y cuyos restos fueron encontrados el verano pasado. Su hermano, Julio Rodríguez González, de 51 años, quedó en libertad con cargos, imputado como encubridor de los hechos. La responsable del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de O Barco dictó también para este último una orden de alejamiento, que le impedirá acercarse al pueblo de Santoalla y a la viuda del fallecido, Margo Pool. Los dos detenidos habían confesado la muerte del holandés.
El atenuante de la relación familiar que existe entre Juan Carlos y Julio -son hermanos- evitó que el encubrimiento supusiese cargos más graves para este último.
Fuentes próximas a la investigación explicaron que la muerte de Verfondern pudo haber sido causada con un tiro de escopeta. Después, el cadáver y el todoterreno Chevrolet Blazer fueron trasladados al paraje de Portela do Eixo (A Viega). Aquí es donde fueron localizados, el pasado mes de junio, restos óseos, un ordenador quemado y el vehículo, que había ardido parcialmente y que carecía de placas de matrícula.
Jueza, fiscal y abogados se acogieron al secreto de sumario para no extenderse en sus declaraciones, limitándose prácticamente a los autos dictados, ya que la investigación aún no está cerrada. Aún quedan dudas por resolver, como el tipo de delito cometido: homicidio o asesinato. "Hay que hacer diligencias", explicó el fiscal de O Barco, Miguel Ruiz. En todo caso, en un plazo no superior a dos semanas, el caso deberá estar lo suficientemente claro como para levantar el secreto de sumario.
Otro asunto que falta por determinar es dónde se ingresará el autor confeso del delito de homicidio, Juan Carlos Rodríguez. Con una deficiencia psíquica de grado medio y no estando incapacitado judicialmente, deberán ser el médico forense y el psicólogo de la prisión los que decidan si debe ir a un centro especial. "Lo tendrá que ver el médico forense", dijo su abogada, Sonia Jiménez García.
Estas explicaciones fueron ofrecidas cuatro horas después de que los agentes de homicidios de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Ourense llegasen con los detenidos al juzgado y poco antes de que Juan Carlos Rodríguez iniciase su viaje hacia la prisión de Pereiro. A su vez, su hermano Julio, que rechazó realizar declaraciones al salir, abandonó los Juzgados para regresar a Petín.
