Radio patio empieza a emitir

Saliendo a tender y a ver la colada Hace ya tiempo que la política en esta ciudad se hace por el patio de luces. Allí se cuelga la colada, prendas sucias como la noche, y el vecindario sujeta con pinzas sus harapos. Se husmea en la vida privada del vecino, se suponen cosas truculentas del de al lado y se fabula sobre una realidad que no existe mientras se secan los calzoncillos. En ese esperpento ha quedado el antes muy noble ejercicio de la representación local. De una ventana a otra se escucha cómo a fulanito le han pagado 30.000 euros por dejar de ser concejal. Siempre supuestamente, claro. Y cómo otros tres menganitos convocan a todo el edificio a echarse de medio cuerpo por la ventana para que escuchen cómo a ellos también el presidente de la comunidad le prometió otros 30.000 si abandonan el cotarro. En el edificio no queda vergüenza, cierto, pero tampoco queda ya portero o vigilante de seguridad que al menos exija guardar cierto decoro en la convivencia. Tres concejales iban a ser comprados por un comprador que suele ir de compras pero que no compró porque los que iban a vender su alma al diablo se la han encomendado a Dios, de lo honrados que son. “Todo esto te daré si te postras ante mí y me adoras”, dijo el diablo para tentar a Cristo. Se vitupera la honestidad pública y privada y ni el aludido toma el camino del juzgado para querellarse contra sus acusadores ni la Justicia dice: mire, vengan a sentarse un rato conmigo, que tenemos que hablar. Nada pasa aquí, en esta nuestra comunidad. La colada sigue tendida, el vecindario escandalizado, pero una vez que se agotan los chismes cada uno se mete de nuevo en casa. Un nuevo tomo para las memorias Si al menos desde las ventanas interiores del patio viésemos algo parecido a lo que observaba Jefferies en “La Ventana Indiscreta” aún merecía la pena descorrer los visillos. Pero la gente se asoma para escuchar historias de cuernos y escandalizarse por la escabrosa lencería que tiende de un tiempo a esta parte la viuda del tercero. Al subir la persiana se ve en el piso de enfrente a Jácome y al PP retorciéndose el pescuezo mientras la oficialidad popular dice que le están ayudando a anudar la corbata. Si se fijan bien se ve como los asesores del regidor se mueven gracilmente por el salón poniéndose donde el caprichoso amo quiso esta mañana antes de cesarlos o endiosarlos. Ellos se creen los castrati de bellas y blancas voces en la ópera municipal, pero no pasan de eunucos o bufones cortesanos. Por el patio se ve también cómo baja por las escaleras el director de Recursos Humanos del Concello, que se marchó esta semana con la marca del puntapié en el pantalón, pero con el comunicado en el que Jácome le ha agradecido los servicios prestados. Se asoma por otra ventana el alcalde con un megáfono a vociferar lo bien que está la ciudad y que con su impulso en este 2022 será aún mejor. Sus promesas se han condensado ya en un nuevo tomo que se suma a la colección anterior de las Memorias de Gundisalvo y que los ourensanos usan ya como pisapapeles o para calzar un mueble. Breves y anuncios por palabras En las páginas de información de los periódicos hay una sección de breves, una especie de cajón de sastre donde va el plazo de matrícula de un conservatorio o la inauguración de una exposición de macramé. Esta crónica busca la puerta de salida con su batiburrillo de titulares en una actualidad necesariamente heterogénea que lo mismo nos deja pensativos por el precio de 5.000 euros por dromedario en la cabalgata de Jácome, un coste ligeramente superior al sueldo de uno de sus asesores pillado a boleo. Se nos ha colado la letra de una especie de narcocorrido mexicano diciendo que allí la vida no vale un carajo, aunque sea la de un niño de 12 años al que no le ha dado tiempo de ser culpable de nada. Lo supimos todo de macrogranjas porque el nivel que ha dejado el ministro Garzón era intensivo: breve, pero intenso. Vimos a los médicos jubilados, como los reservistas del ejército, volviendo al frente para ayudar a construir el muro contra el covid. Regresaron a la consulta cantando la de Quilapayún: “Para hacer esta muralla, tráiganme todas las manos, los negros sus manos negras, los blancos sus blancas manos”. Como anuncios por palabras. O como palabras solo, sin anuncios. Al poner la lupa | No juguemos con las cosas del beber Los ríos se muestran exhaustos sin disimulo. El vigoroso caudal de otros inviernos (aquéllos inviernos) es hoy la anciana vena de una tierra en la que jugamos con las cosas de comer y de beber. El “buen tiempo” en invierno es la máxima de 23 grados del último día del 2021. Qué chachi, manga corta y las Ray-Ban para el Instagram. Ya solo queda que sea cierto lo de Sabina, “más raro fue aquel verano que no paró de nevar”. Las eléctricas especulan con el caudal en su propio beneficio para que tengamos suministro cuando le damos al interruptor. Miramos los escaparates de Zara en agosto para ver la ropa de invierno y en enero la de primavera. Así, en el futuro metaverso viviremos de la realidad virtual. Habitaremos en un secarral pero gracias a Mark Elliot Zuckerberg la realidad será ríos caudalosos y bosques frondosos. Pero los baby boomer iremos a los clásicos, a Jorge Manrique: “Nuestras vidas son los ríos que van a dar al mar, que es el morir”. El portafotos Ana Pastor Julián fue casi todo en política, aún sigue siendo muchas cosas. Entre las que es, parlamentaria del PP por Pontevedra y vicepresidenta del Congreso de los Diputados. Entre lo que fue, destacamos ministra de Fomento entre el 22 de diciembre de 2011 y el 19 de julio de 2016. En su condición de titular de las cosas del asfalto y el tendido ferroviario acudió el viernes a Expourense, donde se celebró un foro sobre el AVE. En el acto se vio algo muy ourensano: poca gente, relativo interés por esas cosas. Estaban escuchando las reflexiones sobre las oportunidades del AVE una mayoría de cargos del PP y de otras entidades filopopulares. Es decir, haciendo un Fitur: los políticos ourensanos van a Madrid a explicarle a los políticos ourensanos lo bonito que es Ourense. Entre los participantes en el foro del tren, la propia Pastor y el también exministro de Fomento Pepe Blanco. Una del PP, el otro del PSOE. Pocas veces las instituciones y los partidos que las gobiernan se acuerdan de quienes les precedieron, salvo para culparles de la famosa “herencia recibida”. Ana Pastor y Pepe Blanco, por encima de siglas, impulsaron el AVE gallego y se pueden merecer que al menos un vagón lleve su nombre.