Los presidentes de consellos reguladores recuerdan que las ventas se redujeron a la mitad desde hace 10 años.
El sector del vino, fundamental para la economía ourensana, rechaza la propuesta apuntada por el comité de expertos para la reforma fiscal al Gobierno de Mariano Rajoy de crear un nuevo impuesto que grave el vino. Se trata de una de las medidas prevista en el "informe Lagares" -Manuel Lagares es el presidente del comité de expertos- para paliar la rebaja en unos 10.000 millones de euros en la imposición directa, en la que se incluyen IRPF, Sociedades e impuestos patrimoniales. La propuesta, aún sin cuantificar, es crear un impuesto sobre el vino, imitando lo que ha hecho Francia, una medida que ya se intentó poner en marcha con el anterior Gobierno estatal, con Rodríguez Zapateroal frente, pero no se llevó a cabo ante las protestas del sector.
Responsables de denominaciones y cooperativas consideran, aun sin conocer el alcance de la propuesta, que, si finalmente se hace efectiva la medida, "sería otro nuevo palo en las ruedas de un sector muy atacado en los últimos tiempos", según señala Manuel Rodríguez, presidente de la Denominaciónde Origen Ribeira Sacra.
De la misma opinión es el responsable del Consello Regulador de la Denominación de Origen Ribeiro, Miguel Ángel Viso, quien recuerda que "el consumo de vino en España ha bajado de forma importante, por diversos factores (la gente joven opta por otros productos, la legislación en materia de tráfico, etcétera), en los últimos años. Si encima lo cargamos con un impuesto, sería la puntilla".
Manuel Rodríguez añade como dato que "si hace 10 años España tenía un consumo por persona y año de 30 litros, equivalente al de Italia o Francia, por ejemplo, en la actualidad se superan por poco los 15 litros de consumo; países como Holanda o Inglaterra, que no tienen viñedos, tienen ya más consumo per cápita que España".
De hecho, según señala Antonio Méndez Atanes, presidente del Consello Regulador de la Denominación de Origen Monterrei, "en este momento nos salvan las exportaciones, ante la caída del mercado interno", que se ha quedado reducido a la mitad en el breve lapso de 10 años.
Por esta razón, consideran los profesionales del sector como Manuel Fernández, responsable de la Cooperativa de O Barco, que la aplicación de un impuesto sobre el vino sería "infernal, lo que hacía falta para acabar con todos los viñedos de Galicia. Aquí todo se traduce en pagar impuestos, sólo nos queda resistir hasta que aguantemos".
Para Manuel Rodríguez, el impuesto sólo puede ser "una medida más dentro de la política de demonización que los últimos gobiernos nacionales están llevando a cabo con respecto al vino", un producto que, según recuerda el presidente del Consello Regulador de la Ribeira Sacra, "es seña de identidad cultural y gastronómica de varias regiones españolas".
Miguel Ángel Viso, desde la Denominación de Origen Ribeiro -la decana de las denominaciones de la provincia-, expresa su deseo de que "todo se quede en una simple idea".
