Iba a ser un pleno breve y relativamente anodino. Duró una hora y resultó vibrante. No en vano se habló de dinero. Como en las mejores óperas, la intensidad fue in crescendo, hasta que se llegó al final con el alcalde, Francisco Rodríguez, exhibiendo su nómina y retando al portavoz del PP, Enrique Nóvoa, a que hiciese lo mismo con la suya y desmintiese que mientras el regidor ingresaba, después de impuestos, 3.471 euros mensuales, el también diputado autonómico no recibía 5.000 euros a fin de mes. Pero vamos por partes.
Llegaban los concejales a un pleno en el que a instancias de la alcaldía se sometía a votación una propuesta para reducir las retribuciones del regidor en un 15 por ciento, de los concejales -dependiendo de sus competencias- entre un 6 y un 7, y de directores generales y otros órganos. Pero no llegaron todos los concejales. Se ausentaron Aurelio Gómez Villar y Marta Rodríguez. Nóvoa alegó, para justificar la incomparecencia, motivos profesionales, aun cuando Gómez Villar cobra una dedicación exclusiva.
Defendió la propuesta Agustín Fernández, concejal de Facenda, quien se remitió a los acuerdos adoptados por consenso en la Federación Española de Municipios y Provincias (Femp) para fijar la reducción de las retribuciones. 'A filosofía é tratar de distinto xeito aos desiguais, e que a reducción sexa progresiva, afectando mais aos que máis gañan'. Si el alcalde recortaba su sueldo más de lo estipulado, era una decisión personal.
El debate comenzaba adagio y pasaba a andante al tomar Nóvoa la palabra. Era el momento en que acusaba al alcalde de 'ir de guay' cuando unilateralmente, 'e rachando o consenso da Femp', anunció hace semanas que se rebajaría un 15% el sueldo, es decir, cinco puntos más de lo que fijaban los baremos de la entidad que representa a los municipios de todo el país. 'É como se o seu reino non fora deste mundo', apuntó Nóvoa tirando de Juan, capítulo 18, versículo 36. Pero fue más allá de la Biblia, y anunció que 'queremos ser como o alcalde', de modo que dispuso dos enmiendas a la iniciativa del regidor, y que se resumían en reducir un 15% las retribuciones de 'concelleiros do goberno, da oposición, non electos e directores xerais'. Recorte de amplio aspectro.
El primer eco de la idea popular rebotó en el teniente de alcalde, Andrés García Mata, que ironizó: 'E por que non un 25%?'. Ya subíamos a un movimiento allegro. En la disputa de los recortes sobraba 'demagogia' y faltaba una mínima 'dignificación da política', dijo.
Antes de votarse la iniciativa y las enmiendas -que reducían un 15% el sueldo a tres ediles del PP- el debate subió a prestissimo. Tomaba el alcalde la palabra para defender la decisión de bajar su salario. 'Non creo que ofendera a ninguén por non consultarlle antes. Se me equivoquei, sáeme do peto'. Entonces exhibió su nómina. 'Eu cobrei na última nónima 3.741 euros netos, limpos. Canto cobrou vostede no Parlamento?' Nóvoa dudó, así que respondió Rodríguez por él: 'Vostede cobrou 5.000 euros limpos, e vén defender aquí unha enmenda que non lle afecta'. El portavoz popular negó que llegase a esa cifra si no se computaban los complementos. 'Enséñenos unha nómina', le solicitó el alcalde.
Defendió la propuesta Agustín Fernández, concejal de Facenda, quien se remitió a los acuerdos adoptados por consenso en la Federación Española de Municipios y Provincias (Femp) para fijar la reducción de las retribuciones. 'A filosofía é tratar de distinto xeito aos desiguais, e que a reducción sexa progresiva, afectando mais aos que máis gañan'. Si el alcalde recortaba su sueldo más de lo estipulado, era una decisión personal.
El debate comenzaba adagio y pasaba a andante al tomar Nóvoa la palabra. Era el momento en que acusaba al alcalde de 'ir de guay' cuando unilateralmente, 'e rachando o consenso da Femp', anunció hace semanas que se rebajaría un 15% el sueldo, es decir, cinco puntos más de lo que fijaban los baremos de la entidad que representa a los municipios de todo el país. 'É como se o seu reino non fora deste mundo', apuntó Nóvoa tirando de Juan, capítulo 18, versículo 36. Pero fue más allá de la Biblia, y anunció que 'queremos ser como o alcalde', de modo que dispuso dos enmiendas a la iniciativa del regidor, y que se resumían en reducir un 15% las retribuciones de 'concelleiros do goberno, da oposición, non electos e directores xerais'. Recorte de amplio aspectro.
El primer eco de la idea popular rebotó en el teniente de alcalde, Andrés García Mata, que ironizó: 'E por que non un 25%?'. Ya subíamos a un movimiento allegro. En la disputa de los recortes sobraba 'demagogia' y faltaba una mínima 'dignificación da política', dijo.
Antes de votarse la iniciativa y las enmiendas -que reducían un 15% el sueldo a tres ediles del PP- el debate subió a prestissimo. Tomaba el alcalde la palabra para defender la decisión de bajar su salario. 'Non creo que ofendera a ninguén por non consultarlle antes. Se me equivoquei, sáeme do peto'. Entonces exhibió su nómina. 'Eu cobrei na última nónima 3.741 euros netos, limpos. Canto cobrou vostede no Parlamento?' Nóvoa dudó, así que respondió Rodríguez por él: 'Vostede cobrou 5.000 euros limpos, e vén defender aquí unha enmenda que non lle afecta'. El portavoz popular negó que llegase a esa cifra si no se computaban los complementos. 'Enséñenos unha nómina', le solicitó el alcalde.
