Después de tres jornadas de búsqueda del avión desaparecido entre Ourense y Zamora, agentes de la Guardia Civil confirmaron el hallazgo del cuerpo sin vida de Santiago Durán Alzugaray, el piloto sevillano de 36 años que desapareció el pasado miércoles en los límites de Ourense y Zamora. Fue un helicóptero de la Junta de Castilla y León el que avistó el fuselaje y los restos de la avioneta en la Sierra de Porto, en una zona montañosa de difícil acceso.
La zona se ubica en la parte zamorana de Pena Trevinca, una montaña de 2.127 metros de altitud que comparte territorio de las provincias de Ourense y Zamora. La aeronave se encontró a unos 5 kilómetros al nordeste de la localidad de Porto. Los restos de la avioneta y el piloto aparecieron en “una zona de montaña y de imposible acceso por carretera”, según aseguró el subdelegado del Gobierno en Zamora, Ángel Blanco.
Finalmente, fueron los medios del Greim (Grupo de Rescate e Intervención en Montaña de la Guardia Civil), con base en Trives, quienes se acercaron al lugar del accidente y confirmaron que Durán había fallecido tras impactar su avioneta en esta zona fronteriza entre Ourense y Zamora.
El operativo consiguió por la noche recuperar el cuerpo tras una travesía a pie de casi cuatro horas y trasladarlo hasta las inmediaciones de Porto de Sanabria (Zamora). En el traslado hasta un camino próximo a Porto, en el que esperaban vehículos todoterreno de la Guardia Civil, participaron componentes del Grupo de Rescate e Intervención de Montaña (Greim) de la Guardia Civil de Trives (Ourense). El cadáver será analizado en el Instituto Anatómico Forense de Zamora.
“Las circunstancias del accidente son extrañas”
Las causas que envuelven el fallecimiento de Durán Alzugaray están siendo investigadas por el Juzgado de Instrucción de Puebla de Sanabria (Zamora). Lo hará a través de la Guardia Civil, que estará bajo tutela de este órgano y en colaboración con la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (Ciaiac).
Desde Medio Rural señalaron ayer que, dado que la avioneta no estaba en servicios de extinción, será la empresa quien tenga que dar explicaciones sobre por qué el piloto despegó de la base y en qué circunstancias. Por su parte, la empresa no se posiciona ni da explicaciones de lo ocurrido.
“Las circunstancias del accidente son muy extrañas. No es normal que el GPS no dé señal y un piloto esté tres días desaparecido”, señala Cristóbal Medeiros de la Brif Laza. El bombero forestal, con experiencia en aviación, apunta que habrá que esperar a la caja negra pero que “buscar una avioneta por tres provincias, es algo inédito”.
