El refugio de gatos de Barbadás denuncia la aparición de alfileres en cebos
ANIMALES EN PELIGRO
La organización Vibrisas ha reportado un preocupante caso en el refugio de gatos de Barbadás, donde hallaron trampas con comida que contenía alfileres ocultos.
La asociación Vibrisas ha denunciado un grave incidente ocurrido en el refugio de gatos de Barbadás, donde se encontraron numerosos cebos con alfileres escondidos en su interior.
Amenazas e investigación
Días antes de denunciarlo, una de las encargadas tuvo un enfrentamiento con un vecino que, según asegura, la amenazó de manera directa. A la mañana siguiente, al acudir al refugio, se encontraron con varias trampas colocadas en la entrada, donde los gatos suelen alimentarse.
Estas trampas estaban compuestas por alimentos que contenían alfileres ocultos, colocados estratégicamente aprovechando los huecos en las paredes por los que los gatos entran y salen del refugio.
La asociación, conmocionada por lo ocurrido, contactó de inmediato a la Policía Local, que inspeccionó el área en busca de más trampas y retiró los cebos encontrados.
Estos fueron entregados a la Guardia Civil, que ahora está investigando para identificar al autor del acto. Aunque, por fortuna, ningún gato ha mostrado signos de haber ingerido los cebos, desde Vibrisas destacan que en los últimos días han notado la ausencia de algunos felinos que frecuentaban el lugar.
Un hogar para los gatos
En el refugio viven alrededor de siete gatos, pero también sirve como punto de alimentación y descanso para una colonia más grande de felinos de difícil cuantificación.
Los responsables afirman que, aunque en el pasado enfrentaron actos menores de vandalismo, nunca habían experimentado un ataque tan deliberado y peligroso.
Caso similar en Ourense
El incidente ocurrido en el refugio de gatos de Barbadás, recuerda un caso similar que tuvo lugar en Ourense entre 2016 y 2021.
En aquel entonces, un hombre fue condenado por dejar trampas hechas con trozos de comida que contenían alfileres en su interior, dispersas de forma indiscriminada en calles y parques.
Estas trampas afectaron gravemente a 12 perros, algunos de los cuales tuvieron que recibir atención veterinaria urgente. Uno de los casos más impactantes fue el de un perro llamado Zafu, cuya radiografía reveló que tenía 180 alfileres alojados en su intestino tras ingerir un cebo de chóped contaminado.
La gravedad de la situación en Ourense llevó a la creación de un equipo especial de investigación formado por agentes del Seprona, la Policía Nacional y la Policía Local.
Finalmente, estas medidas permitieron identificar y detener al culpable, Manuel Amorín, quien admitió los hechos y aceptó una condena de un año de prisión por un delito continuado de maltrato animal.
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