Rody Aragón, el último de Los Payasos de la Tele

La saga de los Aragón continúa el legado de los míticos Gaby, Fofó y Miliki que marcaron a la generación que creció con el televisor en blanco y negro en los 70. El hijo de Fofó homenajea a los suyos en Ourense

Rody Aragón es el último de Los Payasos de la Tele. En una cena de Navidad decidió cambiar de vida y seguir los pasos de su familia. Gaby, Fofó y Miliki fueron un fenómeno sociológico que pegaba al televisor en blanco y negro a los niños de los setenta para escuchar aquello de “¿Cómo están ustedes?”. La frase aún retumba en la memoria de los niños de ayer, pero también en los que hoy crecen con las canciones de la saga de los Aragón gracias a la nostalgia de sus padres y abuelos. A Gaby, Fofó y Miliki le siguieron después Fofito, hijo de Fofó; Milikito, hijo de Miliki y, en el 1981, el quinto: Rody Aragón cambiaba su vida como piloto comercial en Estados Unidos por la de payaso con sus parientes. En los inicios, el hijo pequeño de Fofó, se disfrazaba de negro cubano. Ahora gira con su propio espectáculo, pero no puede evitar emocionarse cuando sale a escena: lleva siempre el sombrero y una de las seis camisas de su padre.

El circo de Rody Aragón se instaló en la explanada de Expourense el pasado fin de semana. Todavía quedan actuaciones este jueves (17,00 y 19,45 horas), viernes (19,00), sábado (17,00 y 19,45) y domingo (18,00 horas). Es lunes y el equipo descansa, pero siempre dispuestos al espectáculo. El técnico de iluminación hace su magia y los acróbatas ensayan. Rody Aragón les contempla primero desde una de las butacas del circo -de última generación- y después sube al escenario a darles indicaciones. Está a punto de coger un vuelo a Málaga, antes de regresar para el show del jueves. Esta vida no la imaginaba en los ochenta: se veía como el quinto imposible, pero entonces su primo Emilio se salió del show. Fue su tío Gabi -su padre Fofó había muerto- el que le espetó en una comida navideña que qué tal le iba eso de piloto comercial. “Bien, pero me gusta mucho más lo nuestro”, le contestó Rody. Para el payaso, “hacer reír a los niños es la profesión más bonita”. Desde entonces, no abandonó la vida de artista. Ahora su circo es un homenaje a una saga que empezó mucho antes de lo que cree el público: “La dinastía Aragón empezó hace 250 años, yo pertenezco a la séptima generación”.

La admiración de Rody al hablar de su padre Fofó va en aumento. “Cuidaba sus seis camisetas como oro en paño. Al ponérmela, y su sombrerito, me emociono todos los días. Estoy recordándolo y viendo cuando se ponía él su vestimenta”. Los tiempos también cambian: Rody tiene su propio espectáculo, con malabaristas, trapecistas, magia, equilibristas y alguna sorpresa. El hijo de Fofó se sorprende con el que el público se ponga en pie tras cada actuación de esta gira. “No me ha pasado en la vida, ni a mí ni a mi familia”.

Rody no sabe qué será de la saga de payasos, pero tiene un hijo de 16 años que apunta maneras. “Está estudiando, pero es más Fofó que mi padre”, sonríe el artista, aunque con cautela. “Todavía es joven, no sé por qué derroteros irá”. 

El espectáculo, cuya producción corre a cargo de Evolution Circus, se llama “Vuelve a soñar”. Rody Aragón invita a los niños de ayer y de hoy a eso, a volver a soñar con aquellos payasos de la tele que contagiaban felicidad con sus letras pegadizas. Los ourensanos aún tienen cuatro días y seis pases a elegir para cantar aquello de “Hola, Don Pepito” y que otro le responda “Hola, Don José”. 

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