Reconoce ante el juez que recibió dinero de la fundación, pero lo devolvió

La sacristana de Molgas justifica polémicas misas

Dolores F., junto a su abogado, a la salida del interrogatorio. (Foto: MARTIÑO PINAL)
El juez que investiga el fraude a la Fundación Gómez Vila de Baños de Molgas, en el que fue imputado el cura José Manuel Sobrino por expoliar presuntamente 53.000 euros de la entidad, tomó ayer declaración a una sacristana, Dolores F., y a una hermana suya, para dirimir responsabilidades por este caso.
Ambas, la primera en calidad de imputada y la segunda como testigo, respectivamente, comparecieron ante el Juzgado de Instrucción 2 de Ourense, en donde fueron interrogadas por el magistrado que instruye la causa, Antonio Piña, después de que el sacerdote compareciese ya el pasado mes de enero ante el juez.

Dolores F. se personó ante la autoridad judicial a las 11,05 horas y, acompañada por su abogado, declaró ante el magistrado por espacio de más de una hora.

La sacristana, según pudo saber este diario, habría justificado las misas que el párroco ofició en honor a la fundadora de la entidad, indicando que ella misma asistió a las citadas celebraciones litúrgicas.

Precisamente, el párroco imputado indicó ante el juez, tras ser interrogado el pasado mes, que destinó 24.000 euros de la entidad a oficiar misas gregorianas (con un coste de 200 euros cada una) para honrar a la promotora de la organización.

Asimismo, Dolores F. precisó en el juzgado que recibió 9.000 euros, con cargo a los fondos de la fundación, como ayuda, después de que un fuego calcinase una granja de pollos que estaba a su cargo. Con todo, acreditó haber realizado sendos pagos de 6.000 y 3.000 euros para devolver el dinero. Por último, tras negar haberse quedado con muebles de la organización altruista que desaparecieron, rechazó haber realizado actividad ilícita alguna. En este sentido, matizó que no recibió trato de favor en la venta de una finca de la fundación que compró por 4.000 euros, dado que, tal y como aseguró, pagó el precio por el que fue tasada.

Por su parte, la hermana de la sacristana sostuvo ante el juez que fue contratada como limpiadora para la sede de la entidad cuando, al parecer, no era preciso.

Ésta, con todo, alegó que realizó tareas de limpieza, además de haber barnizado varios muebles de la Fundación Gómez Vila.

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