El proyecto para el saneamiento del río Barbaña, uno de los más castigados por los vertidos en la provincia, avanza un paso más hacia la realidad. El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó ayer su declaración de impacto ambiental (DIA). El documento avala la viabilidad de las actuaciones en lo relativo a las consecuencias del entorno, zanjando una bacheada tramitación ambiental que desemboca en una luz verde final.
El examen de la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental, dependiente del Ministerio de Transición Ecológica, ha sido favorable. Aun así, la DIA estipula un total de 31 condiciones que deberá cumplir la empresa que acometa la intervención. Por ejemplo, la obligación de llevar a cabo prospecciones previas al inicio de las obras por si las obras pudieran afectar a especies protegidas o elementos patrimoniales. El texto también condiciona la ejecución a la obtención de informes de la Xunta. Y la lista sigue.
En todo caso, el saneamiento del Barbaña sale de las rocas en las que encalló. La evaluación ambiental estuvo suspendida un tiempo al encontrarse “deficiencias” en el proyecto, tal y como reconoció el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana en una respuesta parlamentaria. No fue hasta el 17 de noviembre cuando se reactivó el procedimiento. Esta demandada obra salió a información pública el 18 de noviembre de 2021, hace más de dos años.
Los cambios aplicados para sortear los escollos que bloqueaban el proyecto inflaron el coste a los 32 millones de euros, de los cuales se preveía financiar cerca de la mitad con una partida del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder) 2014-2020. Sin embargo, se perdieron al superarse el plazo para certificar el gasto a la Unión Europea. El Gobierno planeaba gestionar una nueva cofinanciación, aunque en enero reconoció no prever más fondos europeos.
La construcción de la nueva depuradora en San Cibrao es clave para tratar con mayor capacidad las aguas residuales de una población que se ha incrementado, así como las de las actividades industriales sin generar más vertidos incontrolados. Se sustituirán 3,3 kilómetros de colectores de aguas fecales, 16,5 kilómetros de colectores de aguas pluviales y se acondicionarán 19 puntos de vertido.
La licitación, improbable este año
En una respuesta en el Congreso de los Diputados, el Ministerio de Transición Ecológica especificó que el alcance de las condiciones establecidas en la DIA determinaría “que las obras puedan licitarse a lo largo del año 2024”, así como que se preveía incluir en los presupuestos generales del Estado de 2024 -en proyecto- una dotación para iniciar las actuaciones este año al margen de la cofinanciación europea. Celso Delgado, diputado ourensano del PP, reaccionó calificando como “muy difícil” que se puedan licitar las obras en 2024 debido al amplio conjunto de condiciones. Por ello, instó al Gobierno a que actúe “dentro de la legalidad” pero “con la mayor diligencia y celeridad, sin dilaciones indebidas”. El saneamiento del Barbaña es una vieja preocupación de la Asociación de Empresarios del Polígono de San Cibrao y del mismo Concello de San Cibrao, que recibió una multa millonaria confirmada por el Tribunal Supremo por vertidos de aguas contaminantes al curso fluvial.
