El catedrático de Estructura Económica Santiago Niño participa hoy en el Foro La Región, en el que expondrá su visión sobre la crisis. A su juicio, la salida de esta situación no dependerá de cada país, sino que será global.
¿Cuáles son los orígenes de la crisis actual?
Hay dos niveles de problemas: uno global, porque con la globalización se eliminan barreras, para lo bueno y para lo malo; y otro nacional, sobre la situación de cada país. Y en este aspecto, España está muy mal. La madre del modelo productivo español se puso en marcha a finales de los 50, con la emigración por una parte, la atracción de capital exterior por otra, y el turismo. Así creció España hasta que en torno al 2000 empezó la construcción y, como no había mano de obra, se dejó que llegase la emigración, a la vez que se generó una oleada crediticia para que la gente comprase pisos. También se fomentó el turismo y el automóvil. España llegó a 2007 con un PIB que, en un 50%, se basa en construcción, turismo y automóviles, con una productividad bajísima y con un modelo muy dependiente del crédito. El panorama actual es de un nivel de paro desmesurado, dependencia del exterior e hiperendeudamiento.
Ante esta situación, ¿cómo salir de la crisis?
Es imposible que la salida de la crisis sea nacional, ningún país saldrá solo. Tiene que ser de modo coordinado. Es necesario que en Europa se reúnan los técnicos -no los políticos- y trazen una hoja de ruta general y otra para cada país, y luego que Europa se reúna con Estados Unidos y Japón. En esto soy optimista, creo que se va a hacer, pero no ahora.
En todo caso, este año será malo.
A mediados de 2010 vendrá la caída, porque se acabarán los planes de apoyo y estímulo. Mientras, 2011 será terrible y en 2012 tocaremos fondo. A partir de ahí se tomarán decisiones.
Yo entiendo que no. Eso se debe a los planes de estímulo. Son crecimientos ficticios, basados en ayudas y también en déficits que son desmesurados.
¿Qué opinión le merece la política económica del Gobierno?
Estoy convencido de que con un Gobierno del PP estaríamos igual. Y en otros países, aunque tuviesen un Gobierno diferente, también. Aquí, el PP no dice nada porque no tiene nada que decir. El tema no está en las pensiones o el ahorro, sino en la cantidad de activos tóxicos que tiene la banca.
¿Se están atajando convenientemente los problemas del sector financiero?
No se está haciendo nada. La salida de la crisis será global y es imprescindible que salga a la luz toda la porquería que tienen las entidades financieras. Y no ha salido aquí ni en ninguna parte.
Por lo que comenta, se avecinan unos años muy duros.
Sí. Y España va a sufrir mucho. Lo que viene ahora es como la Gran Depresión. Esto es una crisis sistémica, como la de los años 30. Y las crisis de cambio de modelo son largas, duran unos 10 años.
¿Qué puede hacer el ciudadano de a pie para afrontar esta etapa?
Le diría que, cuando piense en comprar algo, primero piense si lo necesita. Sólo en caso afirmativo, entonces que se pregunte si tiene fondos para comprar. Si la respuesta es negativa, no lo haga. Lo que no hay que hacer es endeudarse y, si cuenta con un excedente de renta, debe cancelar la deuda.
Hay dos niveles de problemas: uno global, porque con la globalización se eliminan barreras, para lo bueno y para lo malo; y otro nacional, sobre la situación de cada país. Y en este aspecto, España está muy mal. La madre del modelo productivo español se puso en marcha a finales de los 50, con la emigración por una parte, la atracción de capital exterior por otra, y el turismo. Así creció España hasta que en torno al 2000 empezó la construcción y, como no había mano de obra, se dejó que llegase la emigración, a la vez que se generó una oleada crediticia para que la gente comprase pisos. También se fomentó el turismo y el automóvil. España llegó a 2007 con un PIB que, en un 50%, se basa en construcción, turismo y automóviles, con una productividad bajísima y con un modelo muy dependiente del crédito. El panorama actual es de un nivel de paro desmesurado, dependencia del exterior e hiperendeudamiento.
Ante esta situación, ¿cómo salir de la crisis?
Es imposible que la salida de la crisis sea nacional, ningún país saldrá solo. Tiene que ser de modo coordinado. Es necesario que en Europa se reúnan los técnicos -no los políticos- y trazen una hoja de ruta general y otra para cada país, y luego que Europa se reúna con Estados Unidos y Japón. En esto soy optimista, creo que se va a hacer, pero no ahora.
En todo caso, este año será malo.
A mediados de 2010 vendrá la caída, porque se acabarán los planes de apoyo y estímulo. Mientras, 2011 será terrible y en 2012 tocaremos fondo. A partir de ahí se tomarán decisiones.
Yo entiendo que no. Eso se debe a los planes de estímulo. Son crecimientos ficticios, basados en ayudas y también en déficits que son desmesurados.
¿Qué opinión le merece la política económica del Gobierno?
Estoy convencido de que con un Gobierno del PP estaríamos igual. Y en otros países, aunque tuviesen un Gobierno diferente, también. Aquí, el PP no dice nada porque no tiene nada que decir. El tema no está en las pensiones o el ahorro, sino en la cantidad de activos tóxicos que tiene la banca.
¿Se están atajando convenientemente los problemas del sector financiero?
No se está haciendo nada. La salida de la crisis será global y es imprescindible que salga a la luz toda la porquería que tienen las entidades financieras. Y no ha salido aquí ni en ninguna parte.
Por lo que comenta, se avecinan unos años muy duros.
Sí. Y España va a sufrir mucho. Lo que viene ahora es como la Gran Depresión. Esto es una crisis sistémica, como la de los años 30. Y las crisis de cambio de modelo son largas, duran unos 10 años.
¿Qué puede hacer el ciudadano de a pie para afrontar esta etapa?
Le diría que, cuando piense en comprar algo, primero piense si lo necesita. Sólo en caso afirmativo, entonces que se pregunte si tiene fondos para comprar. Si la respuesta es negativa, no lo haga. Lo que no hay que hacer es endeudarse y, si cuenta con un excedente de renta, debe cancelar la deuda.
