La Audiencia Provincial de Ourense juzgará el próximo 23 de junio a Bryan Andrés C.H., de 22 años, por un delito contra la salud pública, en este caso por tráfico de drogas. El Ministerio Público reclama para el encausado, que está en prisión provisional, cuatro años de prisión y una multa de 20.000 euros.
Los hechos que se le imputan ocurrieron en la capital ourensana el 25 de junio de 2010, sobre las 18.30 horas. Entonces, el procesado fue interceptado por agentes de la Policía Nacional en los jardines de la orilla derecha del Río Miño, entre las calles Avenida de As Caldas y Ribeira de Canedo.
Los agentes, que realizaban en la zona un servicio de vigilancia, decidieron abordarlo tras observar, según el fiscal, 'que estaba solo, realizaba movimientos que llamaban la atención y hablaba constantamente por el teléfono'.
En un registro que se le practicó, los efectivos policiales hallaron en un bolsillo de su pantalón una bolsa que contenía 79,700 gramos de cocaína. Una vez trasladado a dependencias policiales, le incautaron otro paquete con 49,864 gramos de la misma sustancia estupefaciente. También encontraron en su haber 2,889 gramos de hachís, que ocultaba en la cartera. Según el Ministerio Público, la droga estaría destinada 'a la venta, para conseguir lucrarse con tan vil y desagradable comercio'. Para sostener tal afirmación, el fiscal apunta que el encausado estaba el día de los hechos en una zona de ocio en la que se dan cita otros consumidores.
También tiene en cuenta que se le interceptaron tres teléfonos, que usaría para contactar con los compradores. Los agentes hallaron en poder del acusado, además, 1.190 euros de supuestas ventas de droga efectuadas.
Los agentes, que realizaban en la zona un servicio de vigilancia, decidieron abordarlo tras observar, según el fiscal, 'que estaba solo, realizaba movimientos que llamaban la atención y hablaba constantamente por el teléfono'.
En un registro que se le practicó, los efectivos policiales hallaron en un bolsillo de su pantalón una bolsa que contenía 79,700 gramos de cocaína. Una vez trasladado a dependencias policiales, le incautaron otro paquete con 49,864 gramos de la misma sustancia estupefaciente. También encontraron en su haber 2,889 gramos de hachís, que ocultaba en la cartera. Según el Ministerio Público, la droga estaría destinada 'a la venta, para conseguir lucrarse con tan vil y desagradable comercio'. Para sostener tal afirmación, el fiscal apunta que el encausado estaba el día de los hechos en una zona de ocio en la que se dan cita otros consumidores.
También tiene en cuenta que se le interceptaron tres teléfonos, que usaría para contactar con los compradores. Los agentes hallaron en poder del acusado, además, 1.190 euros de supuestas ventas de droga efectuadas.
