La visualización de los anuncios de servicios sexuales que incluía la página web de contactos para adultos “pasion.com” dejaron a un vecino de A Valenzá (Barbadás) sin 950 euros, por un servicio que no utilizó, y al borde de un colapso nervioso. Asegura que fue víctima de una extorsión en septiembre de 2018. Según su versión, abonó ese dinero, en dos pagos diferentes a través de la plataforma Bizum, porque de lo contrario tanto él como su familia tendrían problemas. El dinero, según el comunicante al otro lado del teléfono a través de la aplicación WhatsApp, era en concepto de “tiempo perdido”.
Los supuestos delincuentes conocían su teléfono porque el denunciante había llamado al número de un anuncio con la finalidad de conocer el precio de un servicio sexual, que no llegó a utilizar.
En un principio pagó, aunque finalmente optó por denunciar cuando las presiones para nuevos ingresos no cesaron .
Este vecino de Barbadás fue víctima de una “sextorsión”, uno de los delitos incluidos en la llamada violencia digital que no para de crecer en los últimos años. Las investigaciones policiales llevaron a la Guardia Civil hasta Alfredo S.G. y Ibrahim Y.M., quienes están acusados de un delito extorsión por el que se enfrenta a una petición de dos años de cárcel y el pago del dinero obtenido ilícitamente.
La petición de dinero por contactos sexuales que no llegan a materializarse con anuncios gancho en esa página de citas se cuentan a miles en toda España, según asegura el abogado Manuel Merino, el portavoz de la Asociación Nacional Afectados Internet y Nuevas Tecnologías. “Aunque hay una macrocausa abierta en la Audiencia Nacional, son varios los grupos criminales que han patentado esta estafa”. El procedimiento siempre es el mismo: fotos sexuales como reclamo -”a veces se emplean imágenes sin el conocimiento de la mujer”-; la popular página web de contactos, tarjetas prepago de teléfono y amenazas de parte de un grupo en las que incluso, precisa Merino, exhiben conocimientos personales de las víctimas a través de búsquedas de información en la red.
En el caso que se denunció en Ourense, la víctima recibió un claro mensaje que le provocó temor: “No me gustaría causar problemas a ti y a tu familia: mis socios ya han ido a hablar con un amigo que es guardia civil para tener tus datos; si no abonas el dinero que hiciste perder, mis socios irán, así que haremos lo que tu me digas”.
“Sólo denuncia el 1 % de todos los perjudicados”
El caso que será juzgado próximamente en Ourense es un grano de arena en una enorme playa. La extorsión o las amenazas condicionales a través de página de citas “pasion.com” se cuentan a miles, pero las denuncias representan solo el 1 % del total de perjudicados, destaca la asociación de afectados.
“El número de víctimas es incalculable porque es un timo muy lucrativo y bien montado a través del sexo”, asegura Merino. Son muchos los que ceden al chantaje -añade- y no denuncian por vergüenza o temor a las represalias que pueda sufrir por la banda”. Muchos prefieren “pagar, olvidar y que queda como una mala experiencia, son delitos en el que juega mucho el factor psicológico”, asegura este abogado. El perfil de las víctimas es muy variopinto, pero siempre hombres: “Desde chicos jóvenes a personas casadas”.
Por su parte, las bandas, que exhiben poderío con supuestos jefes rusos o eslavos, “no están para perder el tiempo y van al débil y al que duda”. Prefieren muchas víctimas a las que no suelen pedir cantidades exorbitantes para que puedan asumirlas rápidamente.
Hasta la fecha, la organización criminal más importante se desmanteló con motivo de la operación “Lubido-Hezurra” en 2019. Fue iniciada por el Juzgado de Instrucción 3 de Teruel pero finalmente dada la envergadura del caso, por el número de perjudicados en distintas provincias, pasó a la Audiencia Nacional.
