La ordenación provisional permite desarrollar el de Santa Cruz, pero bloquea los de Seixalbo, Campus y Santa Mariña

La situación urbanística apea tres parques empresariales en la ciudad

El parque empresarial de Seixalbo, para ampliar y dar cobertura a esta zona industrial, se especializará en el sector de los servicios. (Foto: JOSÉ PAZ)
La ordenación urbanística provisional que entró en vigor esta semana permitirá que hasta 32 proyectos de la ciudad, públicos y de iniciativa privada, queden desbloqueados hasta la aprobación definitiva del próximo Plan Xeral, aún en fase de redacción. Sin embargo, hay proyectos de interés público, como el desarrollo de la mitad de los cuatro parques empresariales proyectados en el término municipal, que no han tenido tanta suerte, bien porque su tramitación administrativa está apenas avanzada o porque pesan litigios sobre ellos.
La norma provisional que regulará el urbanismo en estos próximos años admite un parque empresarial, el de Santa Cruz de Arrabaldo (para especializarse en el sector agropecuario y forestal), que propicia el traslado del matadero municipal para desarrollar en O Pino proyectos termales. Sin embargo, otro de los suelos empresariales que el gobierno local había priorizado y estaba tramitando antes de la anulación definitiva del PXOM de 2003, el de Seixalbo, ha quedado fuera de la norma, a pesar de que el Concello lo había incluido en su petición a la Xunta. Se contemplaba para empresas relacionadas con el sector terciario -comercio y servicios, principalmente-, pero tendrá que esperar al nuevo planeamiento. Hay otros dos, Santa Mariña, destinado a empresas convencionales, y Campus, para industrias relacionadas con las nuevas tecnologías e investigación, que correrán la misma suerte

La anulación del Plan de 2003 y la consiguiente aprobación de una norma provisional hasta que haya un nuevo planeamiento también ha dejado 'aparcada' la urbanización del tramo comprendido entre la glorieta del Pabellón Paco Paz, en la avenida de Zamora, y el tanatorio. Iba a ser financiada por la Xunta y el Concello había iniciado la ocupación directa de los terrenos para su posterior cesión, un proceso que clausuró definitivamente en la última junta de gobierno, en la que acordó archivar el expediente, al haberse anulado el Plan Xeral que sustentaba esa reforma urbanística.


EN LA INICIATIVA PRIVADA

Al margen de obras públicas, proyectos privados que generaron interés por su repercusión en el entorno también han quedado fuera del paraguas de la ordenación provisional. Es el caso del estacionamiento de la calle Río Camba, en O Vinteún, en el que se preveían alrededor de un centenar de aparcamientos. El parking no está incluido en el Plan Xeral de 1986 (actualmente vigente salvo en los ámbitos en los que rige la ordenación provisional), por lo que podría tramitarse, pero la ordenación era diferente entonces, había las naves de Tabarés, nada que ver con la situación actual. Sí es más sencillo desarrollar la parte residencial de este ñambito. Ahí, Copasa tramitó y obtuvo, precisamente en la última junta de gobierno antes de la notificación de la sentencia que anulaba el anterior Plan Xeral, la licencia para el proyecto básico de tres bloques de ocho plantas y bajo vivienda (89 pisos), por lo que, en principio, estos edificios sí podrán ser construidos.

Tampoco recoge el Plan de 1986 ni la ordenación el tanatorio crematorio en la parcela anexa al cementerio de As Caldas, que sí contemplaba el planeamiento de 2003.

La obra, promovida por el sector privado y con un gran rechazo vecinal, quedaría en el aire al no haber obtenido en su día la licencia que tramitaba, puesto que el permiso municipal estaba pendiente de la obtención de informes técnicos. Con todo, el Concello continúa con el propósito de firmar un convenio con el propietario de la parcela para buscar una ubicación a la instalación funeraria en ese entorno pero con mejores accesos al tránsito de vehículos y, posiblemente, sin estar en el centro del futuro termal de la ciudad.

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