Solo un día para disfrutar de la Cultura Xorda

photo_camera Salesianos acoge este sábado el VII Festival de Cultura Sorda de Galicia, que cuenta con diferentes actividades a lo largo del día.
Ourense se convirtió en la sede del VII Festival de Cultura Xorda, un evento realizado en lenguaje de signos con espectáculos escénicos, ponencias y una obra de teatro.


El Teatro Salesianos acogió la séptima edición del Festival de Cultura Xorda, una jornada de espectáculos, charlas y debates por y para personas sordas. Por un día, casi 200 personas del colectivo dejaron atrás las barreras que afrontan a la hora de entretenerse, disfrutar y, también, aprender de las obras artísticas y didácticas que, la mayoría de las veces, no están adaptadas a sus necesidades particulares.

Martín Luis Becerra, presidente de la Asociación de Personas Sordas de Ourense, “En Galicia, organizamos este festival para que, cada dos años, tengamos un día propio en el que sea todo en lengua de signos”.

Como anécdota, Becerra quiso recordar que 40 años atrás, en 1982, el Teatro Salesianos ya había sido el escenario de un acto dirigido a personas sordas: un teatro de sordos, un legado que se recuperaría esa tarde con la obra “Esta rodaxe é un desastre”, del Grupo de Teatro de la Apsou.

Iker Sertucha, presidente de la Federación de Asociación de Persoas Xordas de Galicia (FAXPG) celebró la cita, con un matiz: “Hoy estamos contentos porque sí podemos acceder, pero mañana volveremos a estar aislados, sin poder entrar en ese mundo de la cultura”.

El presidente de la FAXPG aprovechó para animar a las personas oyentes a apuntarse a los cursos de lenguaje de signos que ofrecen en la federación, trabajando así hacia la integración del colectivo de sordos. Sertucha ofreció una primera lección empezando por un mensaje básico: “Muchas gracias”.

Finalizado el primer acto del festival, un homenaje bailado al “Scream” de Michael Jackson por parte de Omar, se produjo una revelación: la interpretación para personas con audición se había detenido y, sobre el escenario, solo quedaba el ponente, Diego Fernández. Viendo cómo Fernández contaba al respetable, en lengua de signos, su vida ligada al carnaval ourensano, una persona sin nociones del idioma gestual, en minoría en el salón de actos, siente por un momento que se le está privando de algo que debería ser de todos. 

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