Los supermercados de Ourense toman medidas contra los robos

Los aficionados al chocolate deben tener en cuenta que estarán obligados a quitarle la alarma en la caja del supermercado. Sucede así en uno de los establecimientos de la ciudad, donde se vieron obligados a proteger los dulces ante la acción de los amigos de lo ajeno. El chocolate es uno de los productos codiciados por los ladrones, pero la gama de bienes sustraídos es amplia e incluye desde las encarecidas latas de conserva hasta la clásica botella de ron, pasando por bienes como el queso o el aceite, que multiplicaron su precio por la inflación de los alimentos.

Una visita al supermercado en la ciudad incluye, en algunos casos, quitar el precinto a latas de atún, como sucede en una de las superficies situadas en las afueras. No es un fenómeno exclusivamente urbano, ya que en otros puntos de la provincia también se ha constatado un incremento de los hurtos.

Uno de los productos más sustraídos, según fuentes del sector, es el aceite de oliva. A ello contribuye su pronunciado encarecimiento. Desde enero de 2021, antes de que la inflación se desbocara, el precio del oro líquido se disparó un 164%, haciéndolo inaccesible para algunos hogares y propiciando un aumento de los robos.

En la lista de la compra de los infractores también se encuentran diversos tipos de embutidos y quesos. Algunos establecimientos ourensanos incluso han alarmado este tipo de productos lácteos para evitar hurtos. Si bien parte de las sustracciones se atribuyen a dificultades económicas, no todos los artículos protegidos son de primera necesidad. Por ejemplo los vinos, incluso los que ni siquiera llegan a diez euros, y los destilados y licores como el ron o el whisky. El pulpo es otro de los alimentos que los supermercados vigilan más estrechamente, llegando a venderse con una red y una alarma para disuadir a quien no tenga intención de pasarlo por caja.