Las adversidades meteorológicas durante los últimos días están detrás de tres desprendimientos en las calzadas

El temporal concede un respiro pero mantiene inutilizadas las termas

Por primera vez en varios días, la jornada de ayer libró a la provincia de las precipitaciones que habían desbordado numerosos tramos de los ríos ourensanos, lo que permitió seguir avanzando hacia la normalidad.
A media tarde de ayer, embalses como el de Velle bajaron ligeramente su caudal, hasta alcanzar, a media tarde del domingo, el 81 por ciento de su capacidad. En el caso de Os Peares (Lugo), el porcentaje se elevaba al 97 por ciento, un punto menos que el sábado. Por otra parte, el río Avia, a su paso por Ribadavia, vio rebajado el estado de prealerta en el que se mantuvo durante la jornada del sábado, según los datos que ofrece en tiempo real la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil.

La ausencia de precipitaciones no permitió, en cambio, modificar la situación en la que se hallan desde la semana pasada las termas públicas de la ciudad. Continúan bajo las aguas del Miño y por lo tanto inutilizadas para su uso. La responsable de Turismo del Concello de Ourense, Ana Garza, se mostraba ayer confiada en que, si se confirma le mejoría del tiempo, sea posible en las próximas jornadas proceder a realizar una primera valoración de las dimensiones de los daños que ha causado la subida del caudal del río sobre las instalaciones.

Las adversidades meteorológicas de los últimos días están también detrás de tres desprendimientos que dificultaron la circulación por carretera. Al que motivó el corte durante tres horas de la N-120 en las proximidades de Ourense, hay que sumar el que restringió el tráfico en un carril en la A-52, dirección Vigo, a la altura del municipio de Cenlle; y el que invadió la calzada en la carretera comarcal de O Barco que conduce a A Raña.

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