Las lluvias obligan a liberar un millón de litros de agua por segundo en la presa de Velle

Otro temporal suspende el deporte escolar

Las pozas de A Chavasqueira cubiertas por el agua, que impedía cualquier tipo de baño y llegaba al nivel del poste de la ducha.
Los embalses de la provincia están prácticamente al 100% de su capacidad debido a las lluvias y nevadas. En las instalaciones, sobre todo en las construidas en las cuencas de los ríos Sil y Miño, ya no cabe más agua y sus responsables tuvieron que abrir las compuertas. La presa de Velle liberó más de un millón de litros por segundo durante la jornada de ayer, provocando que el caudal del Miño subiera más de cinco metros en la ciudad, sepultando las pozas termales de A Chavasqueira y Outariz.
Las pozas de aguas termales de A Chavasqueira, Outariz y Muiño das Veigas permanecían ayer anegadas por el cauce del río Miño, que también sepultó las piscinas municipales de Oira y varios molinos de agua, huertos particulares e incluso varios puntos del paseo de As Ninfas y la playa de la Antena.

El nivel del río a su paso por la ciudad se elevó más de cinco metros, según fuentes de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, a causa de la lluvia que descargó en los últimos días y las sucesivas nevadas durante el mes de enero. El caudal también creció en los ríos Támega y Limia. El primero estaba a punto de desbordarse en la tarde de ayer nada más rebasar el casco urbano de Verín. El Limia, por su parte, anegó parcelas y las ‘veigas’ de Ponteliñares, en Porqueira. La riada aumentó el nivel del agua en los 40 embalses que hay en la provincia, sobre todo los construidos en las cuencas de los ríos Miño y Sil. Todos ellos están prácticamente al 100% de su capacidad y sus responsables ya comenzaron a liberar agua. La presa de Velle, que el año pasado por estas fechas estaba al 60% de su capacidad, abrió ayer las compuertas y dejó escapar más de un millón de litros cada segundo, que fue lo que elevó el caudal de río.

El caudal aún podría aumentar más en los próximas horas. Protección Civil activó en la mañana la alerta naranja por fuertes vientos (100 kilómetros por hora) y agua, que podría convertirse en nieve a partir de la tarde del viernes. La alerta provocó que la Xunta recomendara a los concellos el cierre de las instalaciones deportivas. ‘Recomendamos que cierren los polideportivos y suspendan la actividad deportiva para evitar accidentes por el viento’, dijo el jefe del servicio de Deportes de la Xunta en Ourense, Antón Gómez. En la ciudad por la tarde se desalojaba el pabellón de Os Remedios, aunque hoy se prevé que abra sus puertas.

Además el temporal del viernes causó destrozos por importe de 480.000 euros en Cenlle, según el grupo municipal del PSOE. La mayoría de los daños son en viviendas, fincas y espacios forestales. Los socialistas solicitan que el municipio sea sea declarado zona catastrófica.

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