Benito Iglesias es el presidente de la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein) dibuja un negro panorama en el sector, que ha vivido, explica ,una total falta de planificación por parte de las administraciones.
¿Cómo analiza las medidas tomadas por el Gobierno en lo que respecta a la vivienda?
Un nuevo jarro de agua fría sobre el mercado de la vivienda, intervenido en su práctica totalidad, al igual que el resto de la economía, de una manera injustificable y totalitaria. Más créditos, más aplazamientos, más deudas para familias y actividades económicas. En nuestra comunidad autónoma entre un 95-96% de las propiedades arrendadas son pequeños ahorradores y pequeños propietarios de entre 1 y 3 propiedades. Muchos de ellos derivaron sus ahorros hacia la compra de una vivienda, casi siempre usada, para ponerla en el mercado libre del alquiler y así rentabilizar sus ahorros ante la desconfianza de diversos productos financieros y la nula rentabilidad de renta fija. Ahora, con la intervención de facto del mercado de la vivienda, se les crea una total inseguridad jurídica, lo que provocará desconfianza del propietario y que éste no derive su propiedad hacia el mercado del alquiler. Todo ello en un contexto en él que no existe un parque de viviendas de protección oficial social, ni tampoco una planificación, tantas veces pedida por el sector inmobiliario gallego a través de su patronal, Fegein. La inquietud y la desconfianza por parte de los propietarios es lo que va retraer la oferta. A mayores la letra pequeña del decreto va derivar en que muchos autónomos y familias ni siquiera tengan acceso a lineas de créditos.
Después del terremoto que ha supuesto para el sector parar toda actividad de un día para otro ¿cómo será el día después de que se levante el estado de alarma para las empresas del sector inmobiliario?
Será empezar prácticamente de cero. Pero somos empresarios, somos emprendedores y sabemos, por la experiencia de la crisis del 2008, lo que significa levantarse y comenzar de nuevo. Arrimaremos el hombro. En solo unas semanas, el mercado de la vivienda en propiedad y en arrendamiento ha sufrido y va sufrir una fuente transformación. Pero también les exigiremos a las administraciones normativas claras, concretas, agrupadas, legibles y la reducción burocrática que todo lo complica y retrasa hasta lo insoportable. Y también les exigiremos a nuestros responsables públicos. Queremos personas competentes, ágiles y resolutivas al frente de los organismos.
¿Cerrarán empresas del sector inmobiliario?
Lo que prevemos a día de hoy es una destrucción de empleos (comerciales y personal administrativo) en el sector inmobiliario del 30-40% en los próximos meses y un cierre de empresas inmobiliarias de un 15-20% de manera inicial de aquí a final de año. Hay que recordar que en el sector inmobiliario en la crisis anterior se llevó por delante al 60% de las empresas inmobiliarias gallegas en un ciclo de 4 años. Aquí el impacto en 12 meses (segundo semestre del 2020 y primer semestre del 2021) lo calculamos en un 30-35% del total de empresas inmobiliarias, ya que casi todas somos microempresas y autónomos. En conclusión, un tercio de las empresas inmobiliarias desaparecerán en menos de un año.
En cuanto a la vivienda, empezando por el alquiler, ¿cómo espera que se comporte la oferta cuando esto acabe?
La oferta se retraerá ante la inseguridad jurídica reinante y ante una incertidumbre total y la desconfianza y preocupación de los propietarios ante posibles impagos de renta. Creemos que en los próximos meses la vivienda en arrendamiento en el circuito de comercialización no llegará ni a las 2.000 viviendas marcando así un mínimo jamas visto en nuestra comunidad autónoma. Una vez más debo recordar la total falta de planificación de viviendas en Galicia y sobre todo el inexistente parque social de viviendas público que ahora iba a hacer más falta que nunca. La ineficiencia e ineficacia de las administraciones van derivar a un muy corto plazo en un grave problema social y un aumento del porcentaje de familias en los umbrales de la exclusión social.
¿Y la demanda?
La demanda crecerá de manera exponencial. Muchas familias y personas no tendrán ahorros o financiación para poseer una vivienda en propiedad en un aumento de la demanda de vivienda en alquiler como nunca se ha visto. El panorama pinta muy mal en este terreno porque, vuelvo a decir, no se ha articulado un parque social de vivienda pública.
¿Cómo se endurecerán las condiciones para poder alquilar una vivienda?
Según los datos provisionales del primer trimestre de 2020 que manejamos en Fegein, la media en las tres ciudades de Galicia con más tensiones en el mercado del alquiler (Vigo, A Coruña y Santiago) se sitúa en el 37,9%, mientras que el límite recomendado por Fegein es nunca superar el 30%. Las prioridades y los conceptos han mudado en la mente de los gallegos de una manera drástica y eso modifica la senda de la vivienda y su disfrute de una forma que aún está por concretar. El acceso a la vivienda en alquiler va ser más difícil para muchas personas y familias. Al justificante de ingresos que siempre de solicita en la firma de un contrato de arrendamiento, ahora se va sumar, de manera mayoritaria e inmediata, una póliza que cubra impago de renta, o en su defecto un aval bancario. A esto hay que sumarle la creciente desconfianza y recelo de los propietarios, fruto de una inseguridad jurídica creada por el desequilibrio, entre arrendador y arrendatario, de la última LAU del 2019 y su anunciada modificación en el verano del presente año, con la introducción del límite de precios al alquiler. Lo cual retraerá considerablemente la oferta de viviendas en alquiler a mínimos nunca vistos en nuestra comunidad autónoma.
En la compra-venta, ¿cómo se comportará el mercado?
El mercado de compraventa de viviendas, tanto nueva como usada, se caerá a plomo en este segundo cuatrimestre del año, llevándonos a mínimos de operaciones, pero esperamos una leve recuperación a partir del último trimestre de este 2020, sobre todo por las oportunidades de precio que surgirán y la falta de liquidez de muchos propietarios. Por lo que anticipamos a corto plazo una caída de precios, que será más acusada en la vivienda usada que en vivienda nueva.
¿Bajarán los precios de compra-venta?
Sin duda, sobre todo en la vivienda usada. El cambio de mentalidad por lo que estamos viviendo, la inseguridad laboral, el crecimiento desproporcionado del paro y una financiación leonina van a derivar en que solo aquellas personas que tienen ahorros o liquidez puedan tener una vivienda en propiedad.
¿Se reducirán las operaciones?
A mínimos nunca vistos y así lo veremos en las estadísticas del INE en este segundo cuatrimestre. Y cuanto antes sepamos a lo que nos enfrentamos,mejor, para poder reaccionar.
¿Qué lecciones cree que se extraen de esta crisis y qué se debería aprender en cuanto al sector inmobiliario?
Esta es una crisis distinta a la del 2008. La cual afectó al sector inmobiliario y sector financiero de una manera intensa pero gradual, teniendo su máximo impacto en Galicia en los años del 2011 al 2014. La crisis actual es multisectorial, globalizada y afecta a casi la totalidad de sectores económicos e industriales, por supuesto también al inmobiliario y financiero. Y a mayores con una perdida de facturación brutal en solo meses que va dejar un país noqueado económicamente a corto plazo y mucho más endeudado, tanto en deuda pública,como privada de autónomos y pymes. Y con un especial agravante en los sectores comercio, servicios y turismo. Todo ello con una tasa de desempleo difícilmente digerible. El problema es en manos de quien estamos, no tenemos estadistas ni rigurosos y resolutivos gestores de lo público al frente, sino todo lo contrario, y eso es lo que nos inquieta y preocupa. Respecto al sector inmobiliario gallego hemos realizado todos un doctorado con máster en la crisis del 2008, sabemos a lo que nos enfrentamos y estamos preparados.
