Las termas reabren de forma parcial tras dos años cerradas

El horario será más reducido, hay servicio de vigilancia y una constante renovación del agua

Expectación ante la reapertura de las termas

Casi dos años después de que el Concello anunciase un 12 de marzo de 2020 el cierre de las termas públicas de la ciudad, volvieron a abrir, aunque parcialmente, dos de estos recintos: Outariz y Burga de Canedo. Tras el cierre inicial por el covid-19 y la posterior demora para hacer obras de adaptación a la Lei de Usos Lúdicos Termais de la Xunta, la ciudadanía ourensana casi no recordaba ya la última vez que las pozas de las riberas del Miño estaban disponibles.

Los trabajadores municipales estuvieron llenando ayer desde primera hora los vasos, que ya estaban preparados a mediodía y recibían a los primeros usuarios. Flora Moure cree que se trata de un “paso definitivo” y una “experiencia piloto” para adecuar el termalismo de Ourense a la nueva legislación, “garantizando la seguridad jurídica y sanitaria en uno de los grandes emblemas de la ciudad”. Por su parte, el alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, se dio un baño de prueba para presumir de la “pureza” de las aguas.

Entre las novedades que trae esta reapertura está el horario, ya que será de 10,00 a 14,00 horas y de 16,00 a 20,00 horas, vaciándose los vasos al cierre de la jornada. No podrá usarse de noche, si bien Moure aseguró que “nos han dado permiso para un nuevo pozo y de cara al verano podríamos aumentar el horario”. En ese sentido, pidió que se eviten los actos vandálicos por la noche. Durante el día, la zona estará controlada por vigilantes de seguridad, que se encargarán de velar por el cumplimiento de las normas.

Otra de las novedades es la renovación constante del agua, porque hasta la aprobación de la ley de la Xunta estos espacios estaban en un “vacío legal”. La mayor parte de las obras no están a la vista, como coincidían en señalar los primeros usuarios, al ser la mayoría canalizaciones subterráneas.

En cuanto a las perspectivas del resto de espacios, Muíño da Veiga será una zona de baño mientras no tenga declaración de agua mineromedicinal, mientras que en A Chavasqueira, la Confederación Hidrográfica ha avanzado que la autorización llegará en breve, lo que permitirá iniciar el proyecto para adaptarse a la ley termal en las públicas y el ansiado proyecto rehabilitación en el espacio calcinado.

En cuanto a la piscina de As Burgas, esta semana llegaron el permiso de Patrimonio, del servicio eléctrico y de Infraestructuras. El siguiente paso será proceder a contratar la obra.

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