Todos a una por un compañero en Trevinca: “Hoxe por un e mañá por outro”

La última jornada de búsqueda de Santiago Durán finalizó con un triste desenlace: el piloto de la avioneta apareció sin vida. Eso sí, agentes y voluntarios mostraron la parte más solidaria del ser humano

Voluntarios y dispositivos de búsqueda se preparan en A Gudiña

Cabezas bajas. Rostros afligidos. Desolación. Así salían del puesto de mando de A Gudiña poco antes de las 17,00 horas, momento en el que levantaron el dispositivo y en el que un centenar de vehículos marcaban en el GPS la dirección de sus hogares. Todo tras un fatídico final: Santiago Durán aparecía muerto entre los árboles de Pena Trevinca.

Ante el amargo desenlace queda la colaboración y el trabajo en equipo de agentes y voluntarios que desde ayer a primera hora de la mañana recorrieron sin descanso los montes ourensanos, portugueses y zamoranos para localizar la aeronave y a su piloto. Al antiguo albergue de A Gudiña -donde se instaló dicho puesto de mando- llegaban decenas de coches de bomberos forestales y agentes medioambientales con un único propósito: “Axudar a un compañeiro, é o importante”.

Pero allí también se personaron voluntarios madrileños que, con sus vehículos ATV -quads más profesionales- y una moto de monte, querían echar una mano. “Estábamos en la zona y nosotros hacemos muchas rutas en estos 4x4, nos avisaron y no dudamos en colaborar”, cuenta Francisco Tojo, natural de Santiago de Compostela. Ellos fueron los encargados de peinar las zonas más complicadas del territorio, lugares a los que no lograban acceder los vehículos de la Xunta y el Estado. La solidaridad se dejó ver en este triángulo territorial, donde el único fin era encontrar la avioneta y a Santiago para aliviar, si cabe un mínimo, el dolor de su familia.

Galicia. Un grupo de diez bomberos forestales -fuera de turno- “echaron un cable” porque “é compañeiro e isto pódenos pasar a calquera, hoxe por un e mañá por outro”, explicaba David Faria, acompañado de sus compañeros del distrito XVIII Vigo-Baixo Miño. Como ellos, un grupo de agentes medioambientales y bomberos forestales de Pontevedra también recorrieron los montes sin perder la esperanza: “Aínda que a orografía é difícil e o tempo non axuda, aquí estamos ata o final”, contaba Manuel Ogando.

Y es que, como aseguró Manuel Rodríguez, director general de Defensa do Monte, “el piloto era muy buena persona, además de eso era compañero, lo que teníamos que hacer era encontrarlo, es duro”. Para ello se personaron entre A Gudiña y Zamora agentes en turno y otros fuera de servicio que quisieron colaborar, llegando a sumarse al operativo unas 200 personas de Medio Rural. Todos ellos a una por un compañero, el piloto Santiago Durán Alzugaray.

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