Seixalbo siempre brilló con luz propia, pero muchos desconocen que la identidad que tiene la localidad se remonta siglos atrás. La Festa dos Foros aúna la tradición gallega con la rememoración de un momento histórico en ese núcleo: el juicio por el que los vecinos se independizaron de la Iglesia en el año 1859.
Este año, la XVII Festa dos Foros de Seixalbo se celebrará el primer fin de semana de julio. El pistoletazo de salida será el viernes día 30, con una representación teatral de Penouzos, a las 22:30 horas.
El sábado 1, las calles se llenarán de música y de “cuncas” desde el mediodía hasta la madrugada. A las 12,30 horas, habrá una sesión vermú amenizada por el Trío Motobomba y después, los vecinos se organizarán para hacer una comida popular en la plaza del Cabildo.
El bar de la comisión estará abierto toda la tarde y a las 19,30 horas habrá una muestra de baile tradicional. A las 20,00 horas se entregará el Premio Freire Carril y las 21,00 horas comienza el recorrido por las bodegas locales, con música de los Cantares da Cuña.
El colofón de la jornada lo pondrá a las 23,00 horas el grupo ourensano O Sonoro Maxín, en la plaza del Cabildo, y el final de la fiesta correrá a cargo de Tropical Boy y Capitán Slow.
Cada taza cuesta 10 euros y funciona como pase para degustar los vinos con un pincho, y de participación en el sorteo de una cesta. Por eso, desde la comisión se pide que se compren “con antelación” y advierten de que el propio día “haberá moi poucas”.
El litigio enfrentó a 138 vecinos, con Freire Carril como portavoz, contra el obispado de aquel momento y se prolongó durante 20 años. “A vila era un couto privado do bispo da cidade. Os veciños tiveron unha loita grandísima contra o bispo de Ourense para eliminar os foros e finalmente se eliminaron 100 anos antes que no resto de toda Galicia, porque se acolleron á Desamortización de Mendizábal”, explica Manuel Herminio Iglesias, presidente de la asocación cultural Agromadas de Seixalbo.
Fue en el año 1859 cuando se conoció la sentencia a favor del pueblo y, en este momento, el núcleo empezó a formar parte del Concello de Ourense. Además, los que allí habitaban se liberaban de pagar los 500 “moios” de vino que debían como impuesto a los eclesiásticos. La tradición de celebrar la victoria se recuperó hace 17 años. Los vecinos se visten acorde a la época (del bando de la Iglesia o del campesinado), beben el vino que les pertenece y celebran ser la herencia del Seixalbo más luchador.
