El campo francés está en pleno conflicto. Los agricultores galos reclaman medidas contra los crecientes costes de producción y las directrices que los obligan a reducir la emisión de gases de efecto invernadero, mientras señalan la “competencia desleal” de países como España. La geografía francesa está infestada de cortes de autopistas, y la situación está impactando en la economía ourensana, que tiene en la nación vecina uno de sus socios comerciales preferentes. Los transportistas ourensanos, además, deben atravesar Francia para dirigirse a otros destinos importantes en la lista de clientes de las empresas de la provincia.
El presidente de la Asociación Empresarial de Transporte de Mercancías por Carretera de Galicia (Apetamcor), el ourensano Javier Adolfo González, asegura: “Por supuesto que está afectando” la conflictividad social en Francia. “Hubo camiones que pasaron día y noche parados”, añade.
Si bien la lista de productos que se exportan al país galo es extensa -incluye piezas mecánicas, productos cárnicos y madera, entre otros-, la mercancía que más cruza la frontera es la pizarra y sus derivados. En este sentido, la huelga afecta particularmente a la “fluidez del transporte”, añade el presidente de Apetamcor, ya que se trata de “un país de paso”.
250 camiones a la semana
Las protestas están castigando a los tráilers que llevan directamente la roca a Francia, Alemania y Bélgica, países hacia los que circula una media semanal de unos 250 camiones solo de pizarra, según apuntaron fuentes del ámbito del transporte. Las pérdidas de cada uno de ellos, en caso de transcurrir una jornada detenidos, se cuantifican en torno a los 600 euros, tal y como estiman desde el sector.
Con sus protestas, los agricultores reclaman a las administraciones la adopción de medidas para sobrellevar el incremento de la inflación, las consecuencias de la guerra de Ucrania y también la revisión de unas normativas medioambientales que estiman que no soportan los productores de otros países. Los cortes de las autovías y autopistas francesas van acompañados, en muchas ocasiones, de ataques a la mercancía transportada por los camiones. Fundamentalmente, los daños se dan en los cargamentos de alimentos como productos hortofrutícolas o pescado.
Esta situación no afecta a los profesionales que transportan pizarra. “A otros compañeros sí, sobre todo a los frigoríficos”, observa el transportista barquense José Devesa. En todo caso, los huelguistas causan trastornos a todo tipo de mercancías ourensanas. “Las autopistas están cortadas, te sacan de ellas y te envían por las nacionales. Los chóferes no quieren subir, pero hay que ir, no queda más remedio. Hay camiones por las cunetas”, comenta Devesa. “Ahora mismo, esta semana, estamos subiendo a ciegas. No sabemos si vamos a pasar de París hacia arriba o nos vamos a quedar ahí”, afirma, antes de lamentar la falta de información en los itinerarios alternativos: “Los dos primeros desvíos los vas cogiendo bien, pero a partir de la tercera rotonda, búscate la vida”.
Trayectos que eran cubiertos en un par de días ahora son realizados en tres o cuatro. A modo de ejemplo, cabe reseñar las 11 horas que tardó un camión en cubrir 124 kilómetros. “Estamos cargando camiones y cuando puedan, marcharán”, comentaron fuentes empresariales del sector pizarrero. La piedra no es un producto perecedero, pero hay ocasiones en las que las empresas deben atender pedidos urgentes, a pesar de que los días de invierno no son los de mayor demanda de esta roca para su empleo en cubiertas. “Es un problema. ¿Trastornos? Todos”, añadieron, explicando que, en ciertos casos, los transportes tardan hasta una semana en llegar a su destino.
En este sentido, es necesario recordar que Francia, Alemania y Bélgica ocupan el primer, tercer y cuarto lugar en las exportaciones nacionales de pizarra, correspondiendo aproximadamente el 60% a las canteras gallegas. Según los últimos datos que manejan las empresas del sector, hacia esos países viajaron 18.317, 2.984 y 1.268 toneladas durante el mes de noviembre de 2023.
Preocupación en Coren
Fuentes de la empresa agroalimentaria Coren, la más grande de la provincia, comentaron que “la huelga en Francia sí está produciendo un bloqueo en las exportaciones”. En este caso, la sociedad guarda un estrecho vínculo con el origen de las protestas de los agricultores franceses, al operar en el mismo ramo de actividad. Precisamente, desde la cooperativa apuntan al origen del problema, lamentando los cada vez más elevados costes de producción en el sector primario.
“Compartimos la preocupación de los agricultores y ganaderos franceses, porque los precios son bajos y los costes de producción se han incrementado en gran medida, algunos prácticamente se han duplicado”, valoran desde Coren, que exporta sus productos a 55 países y maneja una facturación de más de 1.000 millones de euros, según los datos del último balance de la cooperativa.
“Aunque Francia se incorporó antes a la UE”, desarrollan estas fuentes, “la situación del sector es similar en España”, con fuertes subidas en alimentación animal, energías y suministros, entre otros. Esto está causando “que la producción de alimentos sea inviable”, por lo que recuperan la reivindicación de “la necesidad de unos precios justos para los productos agroalimentarios”.
