El tren Alvia que cubrió ayer la línea entre Barcelona y Galicia llegó con un retraso histórico de cinco horas, una situación que causó un profundo malestar entre los viajeros que aguardaban el convoy en las estaciones de la provincia. En O Barco, por ejemplo, debería haber parado a las 19,28 horas, pero llegó pasada la medianoche.
El motivo, según precisaron fuentes de Renfe, fue una avería en las proximidades de Camp de Tarragona, la estación de la línea de alta velocidad Madrid-Barcelona-Frontera francesa que sirve a la ciudad catalana. El tren quedó detenido mientras se intentaban arreglar los desperfectos. Sin embargo, no fue posible reparar la unidad, por lo que los viajeros tuvieron que ser trasladados a otra composición -el nombre técnico de un tren- para continuar el viaje. En las diferentes etapas del proceso se acabó perdiendo una gran cantidad de tiempo que influyó en la desmesurada demora.
Desde Renfe explicaron que se ofreció un refrigerio a los pasajeros, y que, en todo caso, la compañía mantiene un compromiso de puntualidad. Por ello, los usuarios afectados verán reintegrado el importe de su billete al completo. La operadora ferroviaria estableció varios servicios alternativos en Monforte, dado que a partir de esta estación se establecen varios transbordos para cubrir el viaje a todas las ciudades gallegas.
Desde la villa lucense estaba previsto que partieran autobuses a Sarria y Lugo, a Santiago de Compostela y a A Coruña. Por otro lado, los pasajeros que se dirigían a Vigo partirían en autobús hacia Ourense, donde fueron transferidos a un tren que los llevó a su destino, según la información que manejaba Renfe al cierre de esta edición.
