Los usuarios de la línea ferroviaria de alta velocidad a Santiago se embarcarán en un autobús hasta el lunes. El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) clausura hoy la infraestructura durante tres días. Por ello, Renfe establece un servicio alternativo de transporte por carretera.
Adif cierra el tráfico para realizar pruebas de fiabilidad del sistema de seguridad ERTMS, ahora ya extendido hasta el Eje Atlántico. Las labores son incompatibles con el tránsito de trenes en servicio comercial, y anticipan un corte aún mayor de diez días que no tiene fecha. Este último será para formar a los maquinistas en el empleo del nuevo sistema.
De este modo, Renfe establecerá un servicio alternativo por carretera para los pasajeros de los trenes Alvia y Avant de la línea, como ya anunció hace una semana. Se libran del “plan B” los Alvia con destino Vigo, puesto que los convoyes viajarán por la línea del Miño. Los que tienen su término en Lugo ya transbordan en Ourense desde hace meses, debido a las obras de renovación del ferrocarril.
Servicio concurrido
La interrupción del servicio Avant, la marca de Renfe para los trenes Media Distancia de alta velocidad, supondrá un dolor de cabeza para un buen número de pasajeros. Según datos proporcionados por la operadora ferroviaria, la línea A Coruña-Ourense (que vertebra ambas ciudades con Santiago) registró un millón de pasajeros a lo largo del año 2022.
Este astronómico volumen de viajeros -toca a más de 2.700 por día- duplicó el del ejercicio anterior. Y vino enmarcado en una creciente tendencia a subirse al tren en Galicia. Los trenes de Media Distancia convencional, como los Vigo-A Coruña, entre otros, crecieron un 73% hasta los 3,7 millones de usuarios, más de 10.000 por día.
A pesar de todo, fuentes de Renfe recuerdan que “en fin de semana la movilidad se reduce bastante”, por lo que el impacto se notará menos.
