No es la primera vez que el tren termal se avería en pleno viaje. Ayer a mediodía, el vehículo falló en plena vuelta desde Outariz a la ciudad: no era capaz de subir una de las cuestas del camino. El conductor alertó a la concesionaria del transporte urbano, que acordó bajar a los pasajeros. Los numerosos viajeros -el tren iba lleno de turistas y vecinos- tuvieron que recorrer a pie la cuesta, mientras el conductor intentaba arrancar el tren. “Non era capaz de subir unha costa de 20 metros. A xente tivo que baixar, había maiores, xente con carros de bebés…”, apuntan desde el comité de empresa, que critica la situación “insostible” de los dos vehículos.
Los pasajeros pudieron subirse de nuevo al superar la cuesta, pero en la siguiente parada tuvieron que cambiar de vehículo. “Enviaron un bus para que os levara dende A Chavasqueira, porque o tren xa non era capaz”, detallan.
Los trabajadores achacan la avería a la antigüedad de los vehículos (más de 20 años) y a sus “lamentables condicións”. “Ademais, iba moi cheo e coa calor e co aire acondicionado o motor perde forza”, relatan.
Desde el comité de empresa piden desde hace meses renovar la flota, ya que su estado actual “perxudica aos usuarios e aos conductores”. En esa línea, recuerdan que los frenos de los vehículos ya han fallado y alertan del peligro: “Calquera día vai pasar algo máis grave, os trenes xa non valen para a circulación e é un servizo moi utilizado por turistas e veciños. A empresa non fai nada, e o Concello tampouco”.
Por otra parte, los trabajadores están a la espera del estudio ergonómico encargado para valorar el habitáculo del conductor: “Moitos compañeiros están de baixa por problemas de espalda porque está nunhas condicións moi precarias”.
