Los vocales de la Cámara de Comercio pusieron fin ayer al mandato 2006-2010, en su última reunión antes de la constitución del nuevo pleno (prevista para junio). Una sesión en la que se mostraron los coletazos del conflicto que ha caracterizado esta sesión en los últimos cuatro años.
Así, en la sesión se dio cuenta de la resolución del Tribunal de Cuentas, a raíz de una investigación realizada tras una denuncia del vocal Jorge Bermello con el fin de fiscalizar las cuentas .
Según la Cámara, el Tribunal de Cuentas entiende que no hay razones para iniciar un proceso judicial contra los responsables de la entidad "por resultar de modo manifiesto e inequívoco la inexistencia de supuesto alguno de responsabilidad contable". Añaden que el Tribunal resalta que "no ha existido menoscabo alguno para los fondos de la entidad, pues en la documentación aportada queda acreditada la correcta aplicación de los fondos destinados al Plan Cameral de Exportaciones y el sometimiento a los controles fiscales y financieros que correspondían por ley". El Tribunal de Cuentas tampoco ha observado "conducta dolosa, culposa o gravemente negligente de las personas encargadas del manejo y custodia de dichos fondos públicos".
Al respecto, el vocal Jorge Bermello alega que el objeto de esta denuncia era verificar si la Cámara cumplía con su obligación, establecida por ley, de destinar a comercio exterior al menos dos tercios de lo recaudado en las cuotas del Impuesto de Sociedades, ya que la Cámara, con su actitud "oscurantista", no facilitó esa información. Explica que el tribunal entiende que no hay irregularidades porque los organismos que controlan esos informes nunca han hecho observaciones al respecto, pero la entidad que fiscaliza las cuentas nunca llegó a verificar si se cumplía ese precepto. "Yo simplemente he actuado con responsabilidad", alega.
Según la Cámara, el Tribunal de Cuentas entiende que no hay razones para iniciar un proceso judicial contra los responsables de la entidad "por resultar de modo manifiesto e inequívoco la inexistencia de supuesto alguno de responsabilidad contable". Añaden que el Tribunal resalta que "no ha existido menoscabo alguno para los fondos de la entidad, pues en la documentación aportada queda acreditada la correcta aplicación de los fondos destinados al Plan Cameral de Exportaciones y el sometimiento a los controles fiscales y financieros que correspondían por ley". El Tribunal de Cuentas tampoco ha observado "conducta dolosa, culposa o gravemente negligente de las personas encargadas del manejo y custodia de dichos fondos públicos".
Al respecto, el vocal Jorge Bermello alega que el objeto de esta denuncia era verificar si la Cámara cumplía con su obligación, establecida por ley, de destinar a comercio exterior al menos dos tercios de lo recaudado en las cuotas del Impuesto de Sociedades, ya que la Cámara, con su actitud "oscurantista", no facilitó esa información. Explica que el tribunal entiende que no hay irregularidades porque los organismos que controlan esos informes nunca han hecho observaciones al respecto, pero la entidad que fiscaliza las cuentas nunca llegó a verificar si se cumplía ese precepto. "Yo simplemente he actuado con responsabilidad", alega.
