Pese a que la celebración del juicio podría haberle abierto la puerta de la prisión de Teixeiro, en donde ingresó provisionalmente porque se empeñaba en plantar su cita con el Penal 1 de Ourense, Miguel Ángel B.M. (41 años) desechó esa opción. Prefiere ser juzgado en otra ocasión y seguir en la cárcel porque no le gusta su abogado y quiere un cambio. Está acusado de cultivar marihuana (17 kilos) en el paraje de As Rozas (A Bola) con el amparo de la República Errante Menda Lerenda, a la que dice pertenecer, un delito por el que se enfrente a la petición de cuatro años de cárcel.
Las excentricidades del inculpado no son nuevas. En Ozas (A Coruña), a finales de 2020, los agentes de la Guardia Civil le dieron el alto por un supuesto delito contra la seguridad vial (no llevaba cinturón y tenía la matrícula falsificada). Ante los uniformados, se identificó como diplomático de la República Errante Menda Lerenda. Una especie de asociación que dice pertenecer a un mini estado y dota a sus miembros con un carné especial para autoproclamar su independencia y sus propias leyes. Aseguran sus postulados que su territorio no es otro que “la superficie sobre la que el individuo tenga contacto”.
TRES AÑOS
En la causa de Ourense, la petición inicial de cárcel de la fiscalía es de cuatro años, pero un acuerdo el día del juicio podría haber dejado la condena en tres años, según le informó la jueza del Penal 1 a través de una videoconferencia. La falta de antecedentes posibilitaría su salida hasta que llegase el momento de la ejecución de la sentencia. Pero aún así, Miguel Ángel prefirió la prisión a cambio de un nuevo abogado. El designado hasta ahora era de oficio y nunca quiso hablar con él. La próxima vista quedó fijada para el 20 de octubre.
