Arranca la Gran Recogida solidaria para más de 8.000 beneficiarios: ya hay perceptores de ayuda que antes eran donantes
“Comer no puede ser un lujo”. La Federación Española de Bancos de Alimentos acertó con el lema de la Gran Recogida de 2022, una de las campañas solidarias más reconocidas que, en la provincia, tiene su impulso gracias al Banco de Alimentos de Ourense y que este fin de semana se desarrollará con mayor intensidad en centenares de puntos habilitados. Los más vulnerables necesitan productos básicos, más que nunca: desde la entidad, cuyo fin es conseguir alimentos de manera gratuita para distribuirlos después a los colectivos sociales que atienden a los más desfavorecidos, estiman un aumento del 25% de usuarios.
El incremento de personas atendidas es destacable por una simple razón: las donaciones suelen variar según la situación económica, con oscilaciones mayores, pero el número de usuarios atendidos en Ourense siempre se mantuvo en una tendencia estable en los últimos años. La inflación dispara la demanda y si en 2021 el Banco de Alimentos atendió a 6.500 personas, a estas alturas del 2022 podrían ser ya más de 8.000 los usuarios atendidos. “A demanda aumentou bastante, vai pasar dese 25%”, explica Cecilio Santalices, presidente del Banco de Alimentos de Ourense.
Las llamadas de auxilio de colectivos como Cáritas -el comedor social reparte el doble de menús que hace seis meses- no hacen más que dar cuenta de esta realidad. “Ao estar en permanente contacto coas entidades ves que cada vez demandan máis. Tamén vemos un importante aumento de usuarios estranxeiros, especialmente venezolanos e ucranianos”, destaca Santalices, en la línea de lo comentado hace unos días por José Ángel Mirón, de Cáritas Diocesana, que habla de “avalancha” de familias en las parroquias recién llegadas de Venezuela.
La Gran Recogida de este año es especial: regresa el formato físico, la esencia de esta campaña que llega a todos los rincones de la provincia. En cada concello hay al menos un punto en el que poder donar alimentos de primera necesidad (leche, aceite, conservas…). Prácticamente todas las cadenas de supermercados disponen de la campaña, igual que entidades y pequeñas y grandes empresas. Los voluntarios del Banco de Alimentos trabajaban ayer a destajo para dejar las cajas en los puntos de reparto. También urgen voluntarios: lo ideal son 400 para toda la provincia y todavía pueden anotarse.
El incremento de los demandantes también hace que los objetivos de esta Gran Recogida sean mayores. “Antes da pandemia non baixabamos de 80.000 kilos. Gustaríanos este 2022 estar sobre os 100.000, xa sexan físicos ou en donacións económicas”, explica Santalices, recordando que la donación económica (fórmula habilitada en pandemia) sigue activa esta edición.
La campaña es más necesaria que nunca, ya que las donaciones al Banco de Alimentos de Ourense han descendido hasta un 60%. La crisis que afecta a los bolsillos de los ourensanos se notará también en la Navidad solidaria. “Despois da crise houbo remontada, pero agora á incertidume económica súmase a inflación. Hai produtos que incrementaron ata sete veces o seu prezo”, dice el presidente de la entidad. A modo de anécdota, Santalices cuenta: “Unha muller díxome pola rúa: ‘Eu antes daba e agora estou a punto de que me teñan que dar”. De hecho, el perfil de usuario de entidades sociales también ha cambiado y, cada vez son más los empleados que necesitan igualmente ayuda para alimentación o sufragar costes de vivienda. “Hai xente que xa non pode axudar dando alimentos e, se isto segue así, acabarán recibindo”, asegura Santalices, que confirma que ya hay usuarios que antes eran donantes.
“Esta percepción pasa noutros Bancos de Alimentos de España, a xente que empeza a demandar axuda ás entidades é xente que incluso ten traballo”, añade el presidente del Banco de Alimentos. A pesar de la crisis, los ourensanos responden a la Gran Recogida y en el Banco de Alimentos solo hay palabras de gratitud. “En Ourense a xente está á altura”, dice Santalices.
