OPERACIÓN POLICIAL

Los vecinos del presunto narcopiso de O Couto: "Nunca dio ningún problema"

Vivienda de Rabo de Galo en la que se produjo la detención de J.G.Q.
photo_camera Vivienda de Rabo de Galo en la que se produjo la detención de J.G.Q.

“Ya sé yo porqué estáis por aquí”, decía este viernes un vecino de Rabo de Galo. Solo un día antes, en la calle Carballo, la Policía Nacional había realizado una redada como parte de una macrooperación antidroga en la que detuvo a J.G.Q, un hombre de mediana edad, de nacionalidad española y sin antecedentes penales. 

Los agentes policiales iniciaron el registro alrededor de las 6,30 horas. “Tengo un sueño ligero y me despierto muy temprano; de repente, escuché un ruido y pensé que había pasado algo en una de las casas cercanas que tienen alicatada la terraza y, cuando salí, vi la puerta de esa vivienda forzada, a la mujer gritando y a la Policía entrando”, cuenta uno de los vecinos del detenido. A continuación, un agente le pidió por favor que volviese a entrar a su domicilio.

El detenido había comenzado a residir en el barrio con su pareja hacía apenas mes y medio, cuando alquiló una vivienda de dos plantas, que cuenta con una pequeña parcela exterior y un balcón en el segundo piso. “Es un chaval normal, muy educado, aunque salía pocas veces de casa, únicamente lo veíamos cuando sacaba al perro”, comenta otra vecina.

Estos dos vecinos son de los pocos que interactuaron con el detenido desde que había llegado a la zona, que se caracteriza precisamente por ser tranquila. “No llegué a hablar nunca con él”, contó otro de los vecinos de la zona, quien aseguró que tampoco lo veía mucho. 

Al contrario que en la redada de O Couto, en esta los vecinos no tenían ninguna sospecha de que esa vivienda acabase siendo objetivo de una operación policial, ya que no notaban nada raro. “No se veía movimiento de coches ni de gente entrando en su casa, la verdad es que nunca dio ningún problema”, explicaban este viernes los vecinos. 

En el registro,  intervinieron unidades especiales de la Policía Nacional acompañadas de perros adiestrados. A pesar de ello, la redada fue tan limpia y precisa que la gran mayoría de los vecinos no se enteraron del registro. “No supe nada hasta esta mañana (por este viernes), que me envió mi vecina un enlace con la noticia de La Región”, indicó una de las residentes de la zona.

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