Este domingo se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental que, desde el inicio de la pandemia, cobró más importancia por los daños que causa la sociedad a nivel emocional. “En general se ha notado un incremento en los casos de ansiedad, relacionado con una mayor venta de fármacos”, explica Antón Casais, psiquiatra colaborador de Centro Médico El Carmen. En el 2020, el consumo de los ansiolíticos se duplicó con respecto al año anterior y batió récord de la última década con 57,6 dosis diarias por cada 1.000 habitantes, según el Centro Europeo de Monitoreo de Drogas.
El jueves, el especialista ofrecerá una charla titulada “Respuestas psicológicas en tiempos de covid”, organizada por Centro Médico El Carmen, y que impartirá de forma presencial en la sede de la CEO para un máximo de 40 personas. Casais analizará los efectos de la pandemia, que agravaron una situación ya existente. “Creo que nos referimos al pasado como una situación paradisíaca en la que todos estábamos fantásticos y que se interrumpió por una pandemia, pero no es así. Tampoco antes era un paraíso y ya había muchos problemas”, reconoce.
La encuesta de marzo del Centro de Informaciones Sociológicas revela que uno de cada cuatro españoles presenta síntomas relacionados con la depresión, grave o moderada, a raíz del covid. “Hubo un aumento en la demanda de las consultas de salud mental. La pandemia va a dejar marca en los colectivos más dañados como el personal sanitario o aquellas personas que perdieron su empleo”, indica el psiquiatra.
La gestión inicial de la crisis sanitaria generó dudas y “desconfianza” entre la población, lo que pudo generar más situaciones de ansiedad debido a la incertidumbre ante lo que estaba ocurriendo. “Parecía muy lejano, pero nos encontramos de un día para otro con medidas restrictivas que nos empezaron a afectar. Ahí nos dimos cuenta de que el peligro era real y eso dañó emocionalmente”, recuerda Casais. Pese a ello, el psiquiatra reconoce que muchos pacientes con un diagnóstico psiquiátrico no sufrieron alteraciones. “En el Hospital de Piñor tuvimos muchos cambios, con traslados para dejar hueco a pacientes covid, y no sufrimos grandes descompensaciones entre los pacientes”, destaca.
El especialista habla de dos tipos personas y cómo afrontan la pandemia de forma. “Hay gente que se aisló por completo y rompió lazos sociales, otros solo atienden a prohibiciones y no les importa poner en riesgo su propia salud”, detalla Casais. La huella psicológica que puede dejar en la sociedad dependerá de cada caso, a nivel individual, y de los recursos con los que se contó para gestionarla.
Estigmatización
La salud mental avanzó en los últimos años y se ha normalizado, dejando atrás una estigmatización o vanalización de sus diagnósticos. “En este momento hay mucha gente que lo comenta con toda la naturalidad, no estigmatiza la psicoterapia. No lo vive como algo vergonzante, que es lo importante”, reconoce Casais. Para el especialista, el “nivel cultural” dependerá de cómo se compatibiliza en la vida diaria un tratamiento psicológico.
Cada vez son más los personajes públicos que reconocen sufrir de ansiedad o de otros problemas de salud mental. Este mismo verano, el caso de la gimnasta norteamericana Simone Biles dio la vuelta al mundo al no competir durante los Juegos Olímpicos ansiedad. Este es solo uno de los ejemplos y Casais afirma que ayuda “normalizar más las cosas” ante un diagnóstico mental. “Muestran que se puede tener triunfo personal y una dinámica humana como puede ser angustiarse o sufrir”, apunta.
Pese a gozar de una mayor normalización, la falta de profesionales en esta área de la salud dificulta la atención adecuada para toda la población y se reclaman más especialistas. “España tiene una de las ratios más bajas de Europa, en especial si se compara con los países de su entorno”, recalca Casais.
