Juan González Soler no entiende que haya dinero público para tantos políticos y sus asesores “poco cualificados” y no para médicos con excelencia profesional que salvan vidas. Es una cuestión de prioridades, según el recién nombrado presidente de la Sociedade Galega de Medicina Interna (Sogami), que es adjunto de su servicio en el CHUO, y cree que hay que contratar, al menos, a diez internistas.
¿Qué reto supone ser el nuevo presidente de Sogami?
Es un cargo que me da mucho respeto porque es una responsabilidad tremenda representar a los internistas gallegos. Estamos envueltos en una problemática importantísima y con una falta de personal muy grande. Tenemos los servicios en una situación muy vulnerable, con falta de recursos humanos y eso va a llevar a que en los próximos meses la situación sea muy complicada.
¿Muy complicada en verano?
La situación ya es caótica en estos meses previos y el verano va a ser horroroso y con una situación que puede colapsar los servicios de Medicina Interna. Ya se está planteando no coger vacaciones en verano. Nos vamos solo un tercio del servicio cada quincena para poder mantener la actividad, pero este año, por la falta de efectivos, la situación va a agravarse todavía más y no vemos una respuesta rápida por parte de la Administración pese a nuestra movilización y la advertencia de que la situación es grave.
¿La mejora de los contratos que anunció el conselleiro va a ser una solución definitiva?
No, porque es una forma de distribuir los minúsculos recursos que tenemos. Si un internista está en O Barco, no está en Ourense. Es la teoría de la manta pequeña: si tapo un lado, destapo el otro. La actividad en verano es la misma o incluso aumenta. Estamos trabajando al 140%, con picos del 180% de las camas que tenemos asignadas. Es preocupante y hay que advertir a la población porque es la más interesada. Además, mantenemos un número importante de pacientes covid ingresados.
¿A cuántos internistas habría que contratar en Ourense?
En 2011, hace 11 años, la plantilla de Medicina Interna en el CHUO era de 37 médicos y ahora, con mayor envejecimiento de la población y más cartera de servicios, somos 28 y con bajas todavía. Es imposible manejar esta situación.
¿Y en Verín y Valdeorras?
Faltan dos o tres internistas en cada uno de los hospitales. El déficit en todo el área se acerca a los diez.
¿Y por qué no se contratan?
Porque no hay internistas en paro; se han jubilado más internistas de los que se han formado; y otros se van a la sanidad privada porque les hacen ofertas más atractivas. Ahora tenemos en el hospital a cinco o seis internistas que llevan cinco o seis años con contratos temporales de tres o seis meses. No pueden decir que no hay internistas; no nos tratan bien.
¿A eso se referían cuando denunciaron el “desprecio a la especialidad”?
Claro, aunque no es exclusivo de nuestra especialidad. Nuestra población es muy envejecida y los internistas son los que atienden a los pacientes crónicos, complejos y ancianos. Además, han creado unidades de paliativos, enfermedades minoritarias, hospitalización a domicilio y de infecciosas.
¿Cada vez tienen más trabajo y menos efectivos?
Claro, esta situación ha hecho estallar esta revuelta y grito de socorro porque podemos poner en riesgo a nuestros pacientes. Necesitamos menos cargos intermedios y más curritos.
¿Cómo es el nuevo modelo asistencial que proponen?
A día de hoy la gente joven se enferma menos y los hospitales y centros de salud están llenos de pacientes de edad muy avanzada con enfermedades crónicas que se descompensan puntualmente, pero predecibles. Podríamos tratar a los pacientes en sus domicilios y en las residencias y evitar que acudan a Urgencias, porque cuando vienen al hospital se deterioran.
¿Están desmantelando la sanidad pública?
No sé si hay una intención. El gasto sanitario es grande y cada vez mayor, pero la sociedad no puede permitirse otra cosa que invertir en el sistema sanitario. Lo que llama la atención es que haya tan pocos médicos y tengamos tantos políticos. Cualquier alcalde tiene un grupo de asesores poco cualificados.
¿Se movilizarán?
Hay mucho descontento; no descartamos ninguna medida. La situación es extremadamente preocupante para los pacientes.
