Pretende salvaguardar la belleza del Cañón del Sil

La Xunta vigilará las obras de la central de San Estevo para evitar daños al entorno

La Consellería de Medio Ambiente ‘no tolerará’, según su titular, Agustín Hernández, que la construcción de la segunda central en el embalse San Estevo en el Sil afecte a la candidatura para declarar a la Ribeira Sacra como Patrimonio de la Humanidad.
El conselleiro de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras, Agustín Hernández, aseguró ayer que la Xunta estará ‘expectante’ y realizará una ‘vigilancia exhaustiva’ de las obras que Iberdrola está llevando a cabo en el embalse de Santo Estevo II, en Nogueira de Ramuín, para evitar que su impacto amenace la propuesta gallega de declarar a la Ribeira Sacra como Patrimonio de la Humanidad. En este sentido, Hernández se mostró convencido de que cuando finalicen los trabajos ‘no habrá ningún tipo de afección’ que impida el reconocimiento por parte de la Unesco, aunque mostró ‘voluntad’ de ‘evitar’ la posibilidad de ‘ningún problema’. Así, el conselleiro reconoció que en este momento la obra sí que está ‘provocando efectos’, pero restó importancia a estas consecuencias y calificó la situación actual de ‘período transitorio’.

Los trabajos consisten en la instalación de un canalización de desagüe entre las dos centrales y el movimiento de más de 22.000 metros cubicos de tierra para la cimentación de la futura central hidroeléctrica, que será construida en el interior de una caverna. El proyecto obligó hace tres semanas a bajar el nivel del agua en el río Sil, lo que generó críticas de los ecologistas y del senador del BNG, Xosé Manuel Peréz Bouza, que amenazó con denunciar los trabajos ante la Fiscalía. El río recuperaba su cauce original el pasado 18 de julio, mientras la Confederación Hidrográfica aseguraba que no se habían producido daños en la fauna.

Espacio ‘sin valor ecológico’

El Ministerio de Medio Ambiente concedió en su día licencia para las obras y la declaración de impacto medioambiental recoge que el espacio carece de ‘valor ecológico’. Tras hacer referencia a las especies que habitan en la zona, señala que la empresa tiene que realizar detonaciones controladas para construir la central. El colectivo Amigos da Terra denunció los trabajos ante Bruselas al considerar que el espacio está incluido dentro de la Red Natura.

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