Parabenos y disruptores endocrinos

Hay una angelita de la guarda en casa que se preocupa de velar por nuestra salud y poco a poco, va implantando sus conocimientos en las raíces de nuestra casa

En casa, además de intentar llevar una alimentación lo más equilibrada y saludable posible, desde hace bien tiempo, también se masca la salud en los productos que utilizamos para limpiar nuestro cuerpo y hogar. Que conste que yo soy un poco más reacio a cambiar ciertos patrones de limpieza, pero hay una angelita de la guarda en casa que se preocupa de velar por nuestra salud y poco a poco, va implantando sus conocimientos en las raíces de nuestra casa. 

Para los productos de limpieza aun me cuesta llegar a ese cambio (os pondré próximamente al corriente…) pero para los productos de higiene personal la cosa es bien distinta.

Antes de que los niños corretearan por casa era algo que no preocupaba mucho, pero, una vez que comenzaron a estirarse las pieles abdominales, cambiarse pañales, lavar ropitas, limpiar biberones y bañar a pequeños humanos, comenzamos a pasar filtros bastante finos para las cremas antiestrías, toallitas húmedas, geles, champús y detergentes varios.

En gran parte, uno de los culpables de aplicar dichos filtros fueron los parabenos. Son unas sustancias químicas que se utilizan como conservantes en los productos de cuidado e higiene personal. Son unos auténticos frenos de crecimiento bacteriano y fúngico, alargando la vida de los productos. Champús, dentífricos, maquillaje y cosméticos, desodorantes, cremas corporales…y prácticamente en todos los productos cosméticos, de belleza, de cuidado personal, e incluso, como aditivos alimentarios. 

El problema viene con los estudios que se han hecho y hay algunos que han sugerido que los parabenos pueden tener efectos negativos en la salud. Se ha demostrado que los parabenos pueden actuar como disruptores hormonales. Esto significa que son químicos capaces de mimetizar nuestras hormonas, alterando su correcto funcionamiento, y siendo perjudiciales para nuestra salud. 

Para más inri, la lista de disruptores endocrinos no solo se queda aislada con los parabenos, si no que se han detectado más de un millar de químicos con esta capacidad disruptora. Ftalatos en los juguetes, productos de cosmética o perfumes, retardantes de llama en productos electrónicos y muebles, bisfenoles en tuppers de plástico y botellas, pesticidas en frutas y hortalizas…He leído que existen estudios en grandes poblaciones en los que se han detectado algún disruptor hormonal en el 95% de los participantes. 

Hay una población especialmente vulnerable porque estos pueden llegar hasta la placenta o la leche materna, quedando los fetos y los bebes expuestos a ellos. Son momentos muy importantes por la especial e importante etapa de desarrollo en los que el cuerpo es mas vulnerable a este tipo de químicos. 

Realmente no hay que tomarlo como una alarma, pero si como una prevención y evitar exponernos directa y continuamente a estos disruptores. Utilizar botellas de metal o cristal en vez de plásticas, calentar la comida en recipientes de cerámica o vidrio, evitar la ingesta de comida procesada y enlatada y los productos de uso personal que los contengan y, por supuesto, hacer ejercicio y llevar una alimentación equilibrada, saludable y con productos de calidad. Pequeños cambios, grandes beneficios.

Te puede interesar