El trabajo en un escritorio pulcro puede facilitar una dieta saludable, la generosidad y una actitud convencional en la vida, pero un escritorio desordenado tiene sus propias ventajas, como una mayor creatividad.

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Un escritorio desordenado, según los investigadores, puede pertenecer a trabajadores creativos.
Un estudio encabezado por la experta psicóloga Kathleen Vohs, de la Univesidad de Minnesota, que publicaba ayer la revista Psychological Science, de la Asociación para la Ciencia Psicológica de EE.UU., analizó ventajas e inconvenientes de los medios de trabajo a través del estado en que los trabajadores mantienen su escritorio, obteniendo resultados cuando menos llamativos.
'Un ambiente pulcro induce a que las personas hagan cosas buenas'. 'No cometen delitos, no dejan basura por todas partes, son más generosas', comentó Vohs, quien, sin embargo, aseguró que 'también pueden obtenerse resultados realmente valiosos estando en un ambiente desordenado'.

En el primero de varios experimentos, se pidió a los participantes que llenaran algunos cuestionarios, a unos en una extremadamente oficina limpia y ordenada, y a otros en una completamente desorganizada, con papeles por todas partes y artículos de escritorio repartidos sin ton ni son.

Después se dio a los participantes la oportunidad de que hicieran una donación para una obra de beneficencia y se les permitió que, al salir de la oficina, tomaran de aperitivo una chocolatina o una manzana.

Vohs explicó que la actividad en una sala completamente limpia y muy ordenada aparentemente alienta a que las personas hagan lo que de ellas se espera y, en ese caso, donaron más dinero y fueron más propensos a elegir la manzana en lugar del chocolate.

Pero los investigadores no detuvieron allí sus pesquisas y formularon la hipótesis de que el desorden puede tener sus propias virtudes y se les pidió a los participantes que imaginaran usos nuevos para las pelotas de ping pong. En términos generales, los que participaron en la prueba propuesta que estaban en la sala revuelta presentaron el mismo número de ideas para usos nuevos que los que se encontraban en la sala ordenada, pero, según jueces imparciales, los 'desordenados' fueron mucho más interesantes y creativas.

'La actividad en una sala desordenada condujo a algo de lo cual las empresas, las industrias y las sociedades quieren más: creatividad', indicó Vohs.

Los investigadores también encontraron que, cuando a los participantes se les dio a elegir entre un producto nuevo y uno ya establecido, los de la sala desordenada eran más propensos a elegir el novedoso, lo que indica que un ambiente con menos reglas estimula una liberación de lo puramente convencional.

'Los ambientes desordenados aparentemente inspiran una ruptura drástica con la tradición y eso produce nuevos enfoques', concluyó Vohs, quien aseveró que 'los ambientes ordenados, por el contrario, alientan la convención y el comportamiento de acuerdo con las reglas'.

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